Lo que importa es ganar
Lo que vale. Poco importa el fútbol cuando hay tanto en juego. Ganar es lo que vale, las formas suelen ser lo de menos. Nadie se acordará si el Madrid o el Athletic jugaron bien o mal o si merecieron o no la victoria. El objetivo casi conseguido de ambos perdona y olvida todo lo demás. Hay hasta quien no se da cuenta.Más de lo mismo. El Athletic recurrió de forma descarada al patadón para ganar metros, hasta los saques de banda cerca del área los efectuó en largo. Mientras, el Madrid envió a Raúl de zapador sobre las líneas enemigas y se plantó con el resto en su medio campo esperando, sin prisas, alguna salida productiva. Un poco más de lo que suele ser habitual en el Madrid.
Demasiado poco. La segunda parte comenzó siendo una copia de la primera. El Athletic con su fútbol de hace 15 años se adecuaba perfectamente a un retrasado y pacífico Real Madrid. Con el gol de Luis García cambió el panorama, los madridistas despertaron pero ya con un rival muy motivado en defender la victoria. El poste de Roberto Carlos fue demasiado poco.
Relegadas. El Madrid se convirtió en un equipo vulgar con la ausencia de Mijatovic y Suker. Está demostrado que todas las consideraciones tácticas quedan relegadas sin la aportación definitiva de la inspiración y el ingenio. Quizá la responsabilidad agravó un mal padecido durante todo el ano y difuminado por los goleadores.
Niveles aceptables. La Liga de las Estrellas ha entrado en su fase aguda. La situación para el Madrid aún no es extremadamente límite, pero reviste mucha gravedad. Incluso los más fuertes psicológicamente les resultará imposible aislarse del significado de esta derrota. Mantener en unos niveles aceptables el estado de tensión influirá de manera determinante. De cualquier manera con tres derrotas en 39 partidos, pronosticar una más en tres parece un tanto atrevido, ¿o no?.
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