Raúl nunca pasó por el Madrid B
El filial blanco está a un paso del descenso
24 de octubre del 94. Raúl González, de 17 años, debuta en Zaragoza con el primer equipo del Real Madrid. En la concentración del filial, algunos se llevan las manos a la cabeza. Jorge Valdano, técnico del equipo, había tomado una decisión calificable, como poco, de sorprendente. El equipo en- el que jugaba Raúl no era el filial, sino el filial del filial. O sea, el Madrid C.Aquél día varios jugadores pensaron que lo mejor era buscarse la vida lejos de la Ciudad Deportiva. Y se la buscaron. Los periodistas acosaron a Dan¡, el más representativo de todos, algo así como la estrella del filial. Pero Dani resistió la tentación de hacer públicos sus sentimientos. No hubo polémica, ni nada por el estilo. El fútbol y los goles de Raúl lo evitaron.
Hoy, en el Madrid B, son pocos los que confían en el salto al primer equipo. La arribada de los Guti, García Calvo, Álvaro y compañía se detuvo con la llegada de Capello y con el reluciente libro de cheques de Lorenzo Sanz. Casi todos piensan en Fernando, el jugador del Valladolid, como modelo. Aguantó en el Madrid todo lo que pudo. Y con 24 años decidió huir de Madrid. Y triunfar.
Vicente Del Bosque, uno de los responsables de las divisiones inferiores del Madrid, no cree que la desilusión se haya apoderado del filial. Para él, la crisis que vive el equipo, que podría firmar hoy su descenso a la Segunda B, no admite más que explicaciones meramente deportivas: "Es una casualidad que el masivo fichaje de jugadores extranjeros haya coincidido con el mal papel de los equipos filiales, sobre todo del Madrid y el Barça. En el caso nuestro, cinco jugadores estaban ya en el primer equipo y ocho o nueve se fueron. Tuvimos que recomponer la plantilla. Otros equipos ya tenían el bloque. Y gastaron su dinero en fichajes. Ahí está la diferencia".
Según Del Bosque, los actuales componentes del filial siguen soñando con subir al primer equipo. "Y seguro que alguno lo consigue", comenta. "La dificultad de llegar al Madrid es hoy tan grande como lo ha sido siempre. Los jugadores lo saben y ninguno se desanima porque se fichen futbolistas de fuera. Siempre ha ocurrido lo mismo y siempre ocurrirá
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