Un habilidoso del volante

El circo de la fórmula 1. discute sobre muchos asuntos, pero hay coincidencia en que hoy Michael Schumacher es el mejor piloto del mundo. La habilidad del piloto alemán al volante ha sido determinante en los dos títulos mundiales que ya ha conseguido.Podría decirse que Schumi es un tipo con suerte. Desde su inicio estuvo en un buen equipo, luchando con el brasileño Nelson Piquet, tres veces campeón del mundo y a quien prácticamente retiró de la fórmula 1. La retirada del francés Alain Prost y del británico Nigel Mansell, así como la muerte del brasileño Ayrton Senna, fueron otros acontecimientos que dejaron al alemán en una buena posición para hacerse con el título en 1994 y repetir en 1995.

Schumacher, sin embargo, dispone de todas las cualidades

,exigibles a un campeón, de acuerdo con la mayoría de opiniones recogidas entre sus propios compañeros y rivales. Tiene la forma física de un atleta: no hay más que ver cómo se bajan los demás pilotos del monoplaza y observarle a él en el podio, prácticamente sin sudar, con sus dos acompañantes envueltos en agua. El cuerpo de atleta que tiene le permite disputar la carrera al máximo, aguantar, hasta la última vuelta. No tiene altibajos a lo largo de dos horas de competición, una cualidad que resultó trascendental en la consecución de su primer campeonato, ya que tenía un coche inferior a los Williams y, sin embargo, supo aguantar la presión hasta el final.

Psicológicamente ha madurado mucho y la experiencia de su primer título le permitió resistir de nuevo hasta el final de temporada y hacerse con el segundo triunfo absoluto con cierta facilidad. Cuenta Luca de Montezemolo, presidente de Ferrari, que Schumacher es el Pele de la fórmula 1, condición que demuestra de manera especial cuando, como ahora está en inferioridad de condiciones mecánicas. El alemán prácticamente nunca ha contado con el mejor monoplaza, puesto que los Williams eran mejores que su Benetton, pero él supo ganar el máximo galardón, y esa ha sido su gran virtud. Desde la muerte de Senna, es el mejor piloto en pista. Schumi se crece ante las circunstancias adversas y su entusiasmo arrastra a todo el equipo. Tienen una fe ciega en sus posibilidades. Además de sus cualidades como piloto, Schumacher sabe, hacer trabajar al equipo. Al principio se puso como meta organizar a su alrededor a todos los elementos de Ferrari que trabajaban en direcciones opuestas. Junto a Jean Todt consiguió su primera victoria para la marca italiana en unas circunstancias más que difíciles. La lluvia ha sido su gran aliada en los momentos más importantes. El año pasado, bajo un aguacero, demostró en Montmeló ser el digno heredero de Senna, y en Mónaco, hace 15 días, rubricó con un triunfo una carrera que controló desde la arrancada.

Mentalin,ente se sabe superior a sus rivales y juega sus bazas con acierto. Stirling Moss, cuatro veces subcampeón del mundo, tras verle pilotar en Montmeló el año pasado, afirmó: "Eso no ha sido una carrera, fue sólo una exhibición de pilotaje. No hay nadie en el mundo que se le parezca ni que tenga su habilidad para pilotar. Fue una de las demostraciones más fantásticas de pilotaje. Estuvo al mismo nivel que Senna o Fangio".

Pilotando coches distintos ha puesto de manifiesto su superioridad. Nadie daba un duro por Ferrari el año pasado y Schumacher consiguió llevarle al primer plano. Significa la victoria del hombre sobre la máquina. Schumacher no tomó el camino más fácil cuando fichó por la escudería italiana, aunque sí el más dotado económicamente, pero su fichaje está siendo rentable para Ferrari, que encabeza el mundial y aspira a todo.

"Antes la gente no sabía qué parte del éxito de Benetton se debía a mí y cuánto al equipo", comenta orgulloso Schumacher. "Desde que fiché por Ferrari las cosas están más claras". Llueva 0 no, Schumi intentará dar hoy en Montineló una nueva lección de pilotaje. Habrá récord de asistentes para ver al mejor piloto.