La soga del descenso
Los clubes echan cuentas para lograr la salvación esta temporada, más complicada al bajar cuatro equipos
Miedo es lo que sienten algunos presidentes a la hora de echar cuentas cuando el cerrojazo de Liga está a la vuelta de la esquina. Son los que tienen la soga del descenso al cuello. Esta temporada, además, la tragedia se ha visto duplicada porque son cuatro los equipos que bajarán a Segunda. Los presidentes del Logroñés, Extremadura, Espanyol, Celta, Zaragoza, Hércules y el entrenador del Sevilla, Julián Rubio, se resisten a hacer cábalas, como si eso les trajese mal fario. "¿Las cuentas para salvarse? Ganar y sumar puntos", es la solución para los presidentes."Hay que intentar ganar al Athletic y después al Atlético, y después...". Pedro Nieto, el presidente del Extremadura, confiesa que no es partidario de echar cuentas, ni siquiera las de la lechera. "En el fútbol llega el de enfrente y te rompe los números. Las matemáticas no están hechas para el fútbol", advierte.
"Ganar al Barcelona y al Valladolid, y si no...", y Horacio Gómez, presidente del Celta, recita de memoria los enfrentamientos del equipo vigués. "Hay que ganar", es la consigna de la presidenta del Rayo, Teresa Rivero, que rechaza cualquier nuevo aliciente monetario para espolear a sus jugadores.
"Ganar" es la consigna de todos, aunque Francisco Perelló, presidente del Espanyol, también habla de "apretar los dientes". "No caben otras cuentas", se resigna Aniceto Benito, presidente del Hércules. "Y no ganar uno ono dos partidos, sino todos, que así es como se asegura la permanencia", recalcó la presidenta rayista. "Confío en el día a día, no en las matemáticas, y por eso ni me sé el calendario", confesó el entrenador del Sevilla.
Algunos han depositado su confianza en otras matemáticas, en otro lenguaje, el de los millones. La permanencia tiene un precio para los jugadores del Extremadura: 300 millones. Su presidente no duda de la profesionalidad de su plantilla, "porque", confiesa, "el mejor estímulo de un jugador es la permanencia". Cien millones esperan a los jugadores del Rayo por seguir en Primera.
El 23 de junio, echado el telón de la Liga, los presidentes que sigan en Primera respirarán hondo. Julián Rubio, el entrenador del Sevilla, espera beberse la cerveza que ha dejado de tomar hace tres semanas. "Es la bebida que más me gusta, pero es la promesa que he hecho con tal de salvar a mi equipo". Los clubes que bajen se verán obligados a hacer números. De "criminal" tacha el descenso el presidente del Espanyol y de "horrible" habla el del Zaragoza. "Sólo en el capítulo de ingresos televisivos la diferencia parte de 650 millones", dice el del Hércules.
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