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Entrevista:

"Los madrileños no saben que son las salas alternativas"

El mérito de José Luis Romanos, madrileño de 60 años recién cumplidos, es haber transformado dos de los más amargos episodios de su vida en circunstancias de lo más agradables: la muerte de su mujer y su prejubilación de empleado del Banco Bilbao Vizcaya, en el que empezó como botones a los 14 años. Las dos cosas le sucedieron hacia 1992, justo cuando decidió que era hora de hacer lo que no había podido hacer antes. Es decir, ir al teatro, sobre todo a las salas alternativas, y a todo episodio cultural que se celebra en la ciudad. El caso es que este simpático y feliz padre de familia ya ha recibido dos premios por hacer lo que más le gusta. "Toda la vida trabajando y ahora me premian por divertirme", dice Romanos. El colectivo iberoamericano de cuentacuentos le nombró hace pocos meses Espectador de Oro. No es para menos: Romanos, vecino de Alcorcón, es socio de todas las salas alternativas posibles, además de otras instituciones culturales. Y tiene abono para la Feria de San Isidro. En su agenda, a cada día le corresponde un espectáculo: asegura que, como mínimo, ve un espectáculo cada uno de los 365 días del año.Pregunta. ¿De dónde procede su afición por el teatro?

Respuesta. Antes de casarme ya estaba metido en el mundo del teatro. Participé en una rondalla y en grupos de teatro aficionado. El teatro siempre me ha gustado mucho. Y los cuentacuentos.

P. ¿Por qué le gustan tanto las salas alternativas?

R. Es donde se hace el teatro más puro. No hay nada que distraiga la atención del espectador y, además, lo bonito de estos teatros es que tienes la posibilidad de acercarse al actor. Si el público tiene la paciencia de esperar, los actores están asequibles para intercambiar impresiones.

P. ¿Qué pegas les ve?

R. Pegas, ninguna. Lo que pasa es que hay que potenciarlas, hacer que la gente se entere de que en ellas se hace buen teatro.

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P. ¿Va usted solo al teatro?

R. Sí. De vez en cuando voy con mi familia, que estamos muy unidos. Salgo todas las tardes a las cinco y vuelvo hacia las dos de la madrugada. La última copa la tomo en el café del Foro o en el de la Palma.

P. ¿Otros espectáculos?

R. Me muevo con un presupuesto escaso. Lo gratis, lo veo todo. Voy por las mañanas a los conciertos de la Fundación March. Los miércoles, día del espectador, voy al teatro comercial. También voy a exposiciones y al Reina Sofía, del que soy socio.

P.¿Cómo explica que estén algo vacías las salas alternativas?

R. Porque no se promocionan y no se las conoce. La gente las relaciona con teatro de arte y ensayo y no se atreve a entrar. Los madrileños no saben qué son las salas alternativas.

P. ¿Le gusta el teatro comercial?

R. Sí pero resulta menos asequible. Yo Voy los miércoles y, en invierno, a la primera función de los domingos, que son más baratas. En verano los toros, me ocupan los domingos.

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