Juanele, el agobio y la proeza
Nerviosos. Agobiados por la trascendencia del encuentro, los minutos iniciales fueron de auténtico nerviosismo hasta que llegó el regalo del líbero alemán en forma de penalti. Aunque esta circunstancia asentó su juego, en ningún momento pudo desarrollar el fútbol rápido y profundo que en ocasiones tiene el placer de ofrecernos el Tenerife.Juanele. El rigor y la disciplina alemana impidió que jugadores como Pinilla, Felipe o Chano sólo pudieran participar en contadas ocasiones. Juanele, muy activo y desequilibrante, fue el único capaz de llevar inquietud a la portería del Schalke 04. Aguantó la pelota hasta que sus fuerzas decayeron. Su ausencia en Alemania puede ser importante frente a un equipo que se distingue por su capacidad combativa y por un estilo físico, habitual en los equipos alemanes.
Inferioridad. Los alemanes aprovecharon la primera expulsión para salir de su guarida, controlar el juego y crearle muchos problemas al Tenerife, que optó por replegarse en exceso hasta su área. Al aumentar la inferioridad sólo le quedó defender el gol con uñas y dientes.
De calentamiento. Ojeda tuvo que abandonar el campo tras varias intervenciones de mucho mérito que salvaron a su equipo de una derrota segura. A su repuesto Andersson le tocó vivir hasta el final del partido lo que casi con toda seguridad le espera en Alemania. Posiblemente esto sólo fuera un calentamiento. Demostró seguridad en el juego aéreo y tranquilidad, cualidades muy apreciables para lo que le espera en la caldera de Gelsenkirschen.
Cierta ventaja. Heroica victoria que va a convertir el partido de vuelta en todo un acontecimiento. Haber mantenido su puerta a cero le da cierta ventaja, pero sin duda, deberá, gracias a sus mejores recursos técnicos y de control del balón, crearle más problemas ofensivos a los alemanes de los que le ha creado en este partido cuando estaban en igualdad.
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