"Los madrileños no saben lo que es la cortesía al volante"
De pequeña no le gustaba enredar con muñecas. Prefería subirse a los árboles y jugar a las carreras de coches eléctricos. Una pasión que le inculcó su padre y el amigo de éste, el corredor de Fórmula I Emilio de Villota, y que ha terminado por llenar su vida. El ruido de los motores, la velocidad y los circuitos centran la ilusión de Balba Camino, una estudiante madrileña de Geografía e Historia de 25 años, que ha revolucionado en muy poco tiempo las carreras de automóviles. Empezó hace ocho años, y en su curriculo ya incluye importantes logros; Dice que ha sido la primera mujer que ha ganado dos campeonatos abiertos de velocidad en la historia del automovilismo, y la más joven del mundo en conseguir una victoria absoluta.Pregunta. ¿Qué hace una chica tan fina como usted en un ambiente donde rugen motores?
Respuesta. Pues la verdad no lo sé. Me metí en esto por pura inercia, porque mi padre me llevaba a ver las carreras. Y poco a poco me fui introduciendo en este ambiente y ya no puedo salir. Las carreras y los coches son mi vida.
P. Una profesión a la que se han dedicado pocas mujeres.
R. Sí, somos muy pocas. Creo que ahora en España sólo competimos dos mujeres. A los hombres al principio les chocaba bastante, porque es bastante raro ver a una mujer compitiendo en los puestos de cabeza. Lo que no puedes hacer nunca es desanimarte porque los hombres crean que por ser mujer eres peor.
P. Es un tópico, pero ellos dicen que las mujeres conducimos mal.
R. Es una tontería que suelen decir algunos. Nosotras podemos conducir peor que ellos, pero es que nosotras llevamos menos años conduciendo. Tenemos menos experiencia y menos costumbre. Y luego, que a las mujeres nos interesan poco los coches.
P. Se necesita mucho dinero para dedicarse a esta profesión.
R. Ese es el principal problema. Un campeonato te cuesta unos seis millones de pesetas, y te tienes que buscar la vida. Lo difícil en esto es encontrar un patrocinador, y Más si eres mujer, porque nadie confía en tí.
P. ¿Sabe cambiar una rueda?
R. Por supuesto, y es algo que me divierte. Es una parte de mi trabajo, en la que tengo que poner a prueba mi resistencia física.
P. Su madre le dirá que no corra.
R. Sí, cuando voy a competir siempre me dice lo mismo. 'Hija, tú no corras, deja que te adelanten'. Ella, aunque siempre me ha apoyado, es un poco como las madres de los toreros, no ve nunca la faena.
P. ¿Conducen bien los madrileños?
R. Fatal. La gente en Madrid siempre va muy deprisa, nerviosa, no tiene ninguna paciencia. Cuando estás conduciendo, y te vas a incorporar en una calle nadie te cede el paso. Los madrileños al volante no se caracterizan por su cortesía.
P.¿Le molesta quedarse encerrada en un atasco?
R. Es lo peor que tiene Madrid. A esta ciudad le sobra la mitad de los coches.
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