Alternativas anuladas
Todo vale. Aunque Roberto Carlos consiguió centrar algunos balones envenenados, el Compostela cerró las bandas anulando una de las alternativas ofensivas del Madrid. Le quedó el recurso que siempre le saca de los apuros, las acciones individuales de sus delanteros. Después, lo intentó con balones a la olla, que también valen. Ritmo adecuado. Con continuos apoyos en la zona ancha, favorecidos por la acumulación de jugadores, permitió a los gallegos en la primera mitad mantener el balón en su poder, serenando el juego y adecuando el ritmo a sus necesidades. Al actuar con Penev solo en punta careció de profundidad. Numerosas ocasiones. En la reanudación, los madridistas salieron dispuestos a solventar el partido con rapidez. El excesivo repliegue de los gallegos cediendo todo el espacio, propició numerosas ocasiones sobre su portería. El empuje blanco sólo pudo ser contrarrestado con algunos aislados contraataques sin demasiado peligro.
Rafa. Se cubrió de gloria en el Bernabéu con la ayuda del larguero y de Popov bajo la portería consiguió mantener milagrosamente su portería sin perforar. Con gran agilidad, mucha intuición y un poco de suerte, sin duda habrá sido uno de sus mejores partidos.
Fuera de juego. El toque de cabeza en el primer palo de un compañero de Raúl inhabilitó su posición antes de que efectuara el taconazo del gol fantasma. El árbitro y sus asistentes aguantaron la presión estoicamente durante todo el partido. Desconocida la actitud de Fernando Hierro al finalizar el partido con Losantos Omar después de haberle perdonado un penalti clarísimo sobre Penev.