Dos inculpados amigos de El Malloquín apoyan su versión y le exculpan del crimen de Costa Polvoranca
Dos de los siete procesados por el crimen de Costa Polvoranca corroboraron ayer ante el tribunal la versión facilitada el lunes por José Cristóbal Castejón Martínez, El Mallorquín. Éste acusó a David García, portero del bar Donqui, de la muerte de Ricardo Rodríguez, de 20 años. El menor Antonio B. y Félix Chaves indicaron, en las segunda sesión del juicio, que la cuchillada que segó la vida de Ricardo la propinó David. Paralelamente, la abogada de David dejó entrever ayer en la vista oral que El Mallorquín, Antonio. B. y Félix se pusieron de acuerdo en la cárcel para culpar del crimen a su cliente. La muerte de Ricardo se produjo la noche del 21 de mayo 1995 frente a las puertas del Donqui, durante una riña entre dos bandas juveniles.
Los testimonios de Antonio B y Félix Chaves consumieron gran parte de la segunda sesión del juicio que se celebra desde el lunes en la Audiencia de Madrid contra siete presuntos, ultraderechistas. Antonio B. indicó que, tras el crimen de Ricardo, el propio David le confesó: "He apuñalado a uno en el pecho. Ojalá no se muera". También apuntó que vio a David entregar el arma homicida a uno de los dueños del pub en el que trabajaba. La declaración de Antonio B. llamó la atención de los asistentes al juicio por el tono empleado. El presidente del tribunal, Jose Manuel Maza, permitió su "espontaneidad" de diálogo, pero le pidió que cuidase su vocabulario, no exento de tacos y desaires a los abogados.A medida que avanza este juicio lo único claro es que un chico de 20 años, Ricardo, murió de una cuchillada en el corazón durante una riña tumultuaria. Los abogados de la acusación particular (el de la familia y el de la Asociación Jóvenes contra la Intolerancia) consideran que esta muerte es fruto de una cuestión de "intolerancia ideológica". La gran duda hasta el momento, según fuentes jurídicas, es quién clavó en el pecho de Ricardo el arma asesina. El juez instructor y el fiscal están convencidos de que fue El Mallorquín. De hecho, es el único de los siete procesados que permanece en prisión. La tesis de la abogada de David; el portero del bar, es que El Mallorquín y sus otros dos amigos, durante el tiempo que coincieron en la misma cárcel "tramaron y pactaron" echarle la culpa a su cliente. Lo idearon así al levantarse el secreto sumarial y saber que éste les acusaba del crimen.
-¿Por qué esperó dos meses para culpar a David y no lo hizo, si era inocente, cuando le detuvo? ¿No pensó que eso le podría haber librado de la cárcel? -inquirió Ia letrada.
-Decidí hacer un favor a David García.
-¿Y por qué hizo usted un favor a una persona que, según su propio testimonio, apenas conocía de nada? -El silencio fue su respuesta. Los tres, en sus respectivos interrogatorios, negaron haber pactado nada. Señalaron que estaban enfadados entre ellos y que no hablaron nada en la cárcel sobre esta muerte.
"¿Estuvo usted tres mese con sus amigos en la misma cárcel y no hablaron nada sobre el asunto que les tenía allí presos", preguntó la letrada a El Mallorquín. "No, sólo hablamos de cómo poder salir de allí", subrayó éste. Similar fue la contestación de los otros dos a esta pregunta.
Las versiones de Antonio B. y Félix Chaves también fue coincidente respecto a lo ocurrido la noche en que murió Ricardo. Ambos aseguran que El Mallorquín, tal como éste declaró el martes, se limitó aquella noche a dar una cuchillada en la pierna a Raúl Tomillo, amigo del fallecido.
El fiscal pide seis meses de cárcel para Antonio B. y casi cinco años para Félix, a pesar de que imputa los mismos hechos a ambos: el primero se ha beneficiado de su minoría de edad. Les acusa el fiscal de patear a la víctima cuando ésta agonizaba en el suelo fruto de la cuchillada, que El Mallorquín le había asestado.
El menor explicó así su intervención en los hechos: "Fui al Donqui con mis amigos para celebrar un cumpleaños. Oí follón, salí a la puerta del local y vi a unos tíos que me decían: 'Ven aquí, nazi de mierda; que te vamos a matar'. Uno de ellos", agregó, "me dio un empujón. Yo le empuje también, pero me asusté y me metí para adentro. Luego vi a David García entregar una navaja a su jefe. ¡Sólo por dar un empujón he estado tres meses en la cárcel...!", espetó ante el tribunal, enfadado. La versión de su amigo Félix fue casi calcada, es decir, que se limitó a contestar con un empujón otro recibido,
El portero del pub, David García, aseguró ayer que El Mallorquín, Félix y Antonio B. "mienten". Me acusan porque saben, que yo les he acusado a ellos", subrayó. David aseguró al tribunal que vio como El Mallorquín agarraba por detrás a la víctima y cómo con la otra mano le apuñalaba en el pecho.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Delincuencia juvenil
- Alcorcón
- Ricardo Rodríguez
- Skinheads
- AP Madrid
- Vandalismo
- Audiencias provinciales
- Neonazis
- Agresiones físicas
- Desórdenes públicos
- Provincia Madrid
- Delitos orden público
- Tribunales
- Integridad personal
- Poder judicial
- Asesinatos
- Ayuntamientos
- Comunidad de Madrid
- Delincuencia
- Ultraderecha
- Juicios
- Ideologías
- Sucesos
- Proceso judicial
- Delitos