"Las viviendas son demasiado caras para los jóvenes en Madrid"
Dicen los entendidos que lleva camino de convertirse en el Raúl del baloncesto. Eso espera la afición y hasta el propio interesado, Paco García, 191 centímetros de altura, 23 años y jugador estrella de la Liga profesional desde esta temporada del Estudiantes. Madrileño, del barrio de Prosperidad, a los 10 años ya jugaba a encestar y empezaba a tener claro un doble sueño: convertirse algún día en el Magic Johnson español, y vestir los colores amarillos del equipo filial de su instituto, el Ramiro de Maeztu. Lo último es ya una realidad, que intenta compaginar "a duras penas" con la carrera de Empresariales en la Universidad, Autónoma.Pregunta. ¿Se hace empresario para invertir el dinero que gana con el baloncesto?
Respuesta. Sí. Cuando mi carrera deportiva acabe, que espero sea dentro de mucho tiempo, tendré que vivir de algo e invertir el dinero que habré ganado con el baloncesto en algo rentable. Esta carrera es una buena inversión para el futuro.
P. ¿Aspira a ganar tanto dinero como Raúl?
R. En el baloncesto no se gana tanto, pero no es mi objetivo ganar mucho dinero. Aunque por las horas que dedicamos a entrenar, a jugar, y a intentar estar en forma, el deporte se ha convertido en un trabajo y en un negocio. Ahora con la ley Bossman se abren muchas posibilidades para los deportistas y tenemos que estar en perfecta forma fisica.
P. Con esa medida, cualquier europeo puede quitarle el puesto.
R. La competencia es brutal, porque todos los equipos aspiran a obtener resultados de forma inmediata. Y los jugadores tenemos que estar siempre perfectos.
P. Muchos aspiran a jugar en el Real Madrid...
R. Pues yo quiero seguir en el Estudiantes, jugar y ganar.
P. ¿Cuántas canastas lleva esta temporada?
R. No soy tan vanidoso para contarlas. Mi vida no ha cambiado mucho. Si fuera en el fútbol sería todo distinto, la gente me reconocería por la calle y ganaría muchos millones, pero el baloncesto no da para tanto.
P. ¿Ni para abandonar la casa paterna?
R. Ni para eso. Se gana, pero no da para comprar una casa. Las viviendas en Madrid son prohibitivas para los jóvenes. Estoy ahorrando y sigo teniendo el mismo coche.
P. ¿Cuánto cuesta un billete de metro?
R. Ahora no me acuerdo pero sí que utilizo el transporte público, no todo lo que debería. Sobre todo para ir al centro, donde no se puede aparcar y pasas mucho tiempo encerrado en atascos. Eso me agobia, bastante.
P. Sobre todo después de un partido.
R. Después del estrés y los nervios, conviene relajarse y no coger el coche.
P. De un consejo a los chavales que quieran seguir su ejemplo en la cancha.
R. El primero, que se apunten a un centro donde puedan formarse aprender técnicas. Después, hay que trabajar y entrenar mucho, porque nadie te regala nada. Madrid es un auténtico trampolín para triunfar.
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