Teleadicción

Poco a poco, los concursos vuelven a televisión. Belén Rueda, presentadora de fiascos televisivos en pasadas temporadas, se ha sumado a esta moda emergente con Zip Zap (TVE- 1, de lunes a viernes, a las 13.30), un espacio simpático, de entretenimiento familiar muy en la línea de otros similares.De hecho, tanto su tono como su ritmo e, incluso, el decorado (por cierto, por fin la iluminación resalta los colores con brillo en un programa de TVE), recuerdan a Saber y ganar, concurso que Jordi Hurtado presenta actualmente en La 2. La influencia del estilo Sergi Schaaf, uno de los realizadores más expertos del género, es evidente, sobre todo en la prueba final, la superpregunta, título que recuerda a El tiempo es oro.

Belén Rueda juega la baza de la simpatía y la complicidad. Desenfadada, con estudiada espontaneidad, guía a los concursantes en un duelo que convierte la cultura general en el reflejo de una peligrosa tendencia, la de creer que sólo existe aquello que escupe la pequeña pantalla. Las noticias, los personajes, la actualidad... todo cuanto se cuestiona en Zip Zap - eso sí, a través de videojuegos y preguntas de lo más sencillito- es fruto de la teleadicción, de la escasa curiosidad por otras fuentes de información.

Concurso endogámico que se alimenta de lo mismo que completa la programación, se emite en un horario que muy posiblemente lo condene al paso sin pena ni gloria por esa misma cultura televisiva que tanto quiere potenciar.