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FÚTBOL 30ª JORNADA DE LIGA

El Extremadura se hace fuerte

Los de Ortuondo dejan la zona de promoción

El Extremadura mantiene su particular idilio con la utopía: imbatido en el 97 y sin encajar un solo tanto en casa en los últimos ocho encuentros. Ayer frenó, además, a un equipo lanzado que pagó la resaca continental. Pero fue una victoria limpia, merecida e incluso corta, que demuestra la estabilización que vive el conjunto de Ortuondo. Porque ahora se aprecia que lo suyo, no fue un salto cualitativo desproporcionado, fruto de la casualidad, sino el resultado de un trabajo serio, tenaz y cargado de convicción. Y así, el Francisco de la Hera, que a principios de temporada colgaba el cartel de tienda de saldos, donde casi se regalaban los puntos, se ha convertido en un fortín.La jugada no le salió bien a Heynckes, quien habitualmente ejerce de maestro conciliador y astuto. El alemán, que dosifica los esfuerzos de la plantilla y mantiene vivo el vestuario, concedió descanso ayer a cuatro habituales y tiró de reservas, pero reclamándoles la misma tensión que si de un partido de la UEFA, se tratara. Pero ni Pablo Paz, ni Alexis ni compañía asumieron el mensaje.

Fue la suya una apuesta tan valiente como arriesgada que el Extremadura no la desaprovechó. Capitaneado por la legión argentina los azulgrana pisaron el acelerador a fondo. El conjunto de Ortuondo ha alcanzado un notable grado de madurez con la presencia de Montoya, Silvani y, sobre todo, Basualdo. Abrieron el partido a un ritmo vertiginoso pero controlando la situación. Y la lógica de sus recursos les hizo tirar por las bandas, buscando el juego alegre y vertical de Duré y Silvani. A los tres minutos el dúo argentino dio el primer aviso con un balón en el larguero.

Se produjo entonces una batalla tan cruenta como silenciosa por dominar la mediana. Dobles parejas enfrentadas: Vivar Dorado y Felipe por los isleños y Basualdo e Ito por los locales. Los de Heynckes dominaron las primeras bazas. Vivar Dorado arropó y tejió y Felipe se encargó de dar las embestidas finales dirigiendo las operaciones hacia las bandas, preferentemente hacia la derecha, con Llorente y Dani penetrando con facilidad. Se produjo una desbandada general del centro hasta que Basualdo recompuso la imagen de su equipo. Tomó las riendas, definió las jugadas e, incluso, marcó los toques de sus compañeros.Y apareció el Extremadura de siempre, con coraje, velocidad y apoyos constantes.

El Tenerife continuo; metódico, abierto, suministrando balones a las bandas pero con una eficacia limitadísima en el entorno de Alexis, Neuville y Pinilla, y a Dani y a Llorente les axfisiaron sin remisión.

Tan sólo habían transcurrido seis minutos de la segunda parte y el encuentro duplicó su valor, con el público llevándose un alegrón para el cuerpo: impresionante disparo de Silvani, espectacular y acrobática parada de Montoya y penetración de Pineda hasta la cocina rival. El Tenerife trató de graduar sus líneas con Felipe reforzando la banda izquierda y adelantando a Neuville.

Fue entonces cuando el Extremadura acogotó a su rival. Basualdo, con espacio por delante, actuó de director de orquesta. Ito y Pineda rompieron por el centro y Silvani y Duré se cobijaron en las bandas para dar avisos de muerte. Los azulgranas llegaron en avalancha y con un juego de despunte. El Extremadura se ha hecho fuerte, ya no hay duda.

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