Renfe participará con su fibra óptica en el proceso de liberalización de las telecomunicaciones

El sector de las telecomunicaciones se ha convertido en el más dinámico del mundo industrial. No solamente por sus innovaciones técnicas, sino por la multiplicidad de alianzas y contralianzas empresariales que genera. Ayer Renfe anunció su intención de participar en el proceso de liberalización de las telecomunicaciones mediante su red de fibra óptica y el valor estratégico de la ubicación de sus infraestructuras, por las que se han interesado los principales operadores mundiales.Fuentes de la compañía dijeron que su red de telecomunicaciones está interconectada con la de Retevisión en 40 provincias, donde ya es operativa, y que la cooperación técnica entre ambos organismos ha sido "muy productiva".

La compañía gestiona una red ferroviaria con 1.200 estaciones y 12.000 kilómetros de vía, de los que 4.000 disponen de tendido de cables de fibra óptica, cifra que podría llegar a 6.000 kilómetros en un plazo inferior a los ocho meses, lo que está en fase de estudio con operadores internacionales.

Según Renfe, su valor estratégico para las telecomunicaciones no está sólo en su red de fibra óptica, sino especialmente en la ubicación y carácter central de sus infraestructuras, ya que el 62% de los abonados telefónicos y el 80% del tráfico se produce en población es medias y grandes que disponen de estructura ferroviaria.

Entre los operadores más interesados en negociar figuran Manesman, Deutsche Telecom y France Télécom, tal y como ocurre en Alemania, Holanda, Francia y Suecia.

Pero no terminan ahí los movimientos en este sector. Endesa, Unión Fenosa e Hidro-cantábrico podrían haber decidido su salida de Cableuropa, el holding que quiere promocionar las operadoras de televisión por cable y en el que también participan el BCH y el Banco Santander. El origen de esta retirada se debe a la próxima entrada en el grupo de Spain Co., una firma controlada por las norteamericanas General Electric Capital y US West, que compraría el 30% de Cableuropa por 3.000 millones de pesetas, mediante la venta de una parte del paquete que actualmente tiene el Santander. De esta manera, el consorcio exterior podría llegar a controlar no solamente los aspectos técnicos sino incluso la gestión.

También Telefónica podría reconsiderar su esquema actual de alianzas internacionales: las dificultades a la hora de llegar a algún tipo de acuerdo con la norteamericana AT&T llevarían a la operadora española a un acercamiento con BT-MCI, lo que supondría la ruptura de la actual asociación con el consorcio europeo Unisource.