Anguita crea una ejecutiva 'paralela' en IU formada en su mayoría por afiliados al PCE

Un limitado número de dirigentes de Izquierda Unida, casi todos afiliados al PCE, forman la ejecutiva paralela con la que el coordinador general, Julio Anguita, trata de impedir que trasciendan las decisiones, los acuerdos y los proyectos que posteriormente se llevan a la Ejecutiva Federal o al Consejo Político. Desde hace varios meses, este grupo se reúne cada 15 días fuera de la organización. Su próxima cita será mañana.

Julio Anguita tiene su confianza puesta en muy pocas personas. A todos escucha y de muy pocos se fía. Por eso desde hace un par de meses viene manteniendo reuniones periódicas con un reducido grupo de dirigentes de IU para recoger opiniones y sugerencias en tomo a la marcha de la organización y la política a seguir. A todos, o casi a todos, les une, un mismo afán y una misma bandera: su pertenencia, como dirigentes, al PCE.Las reuniones no tienen carácter formal y, al carecer de reconocimiento alguno en el organigrama de IU, tampoco son decisorias, pero en ellas, según algunos de los asistentes, se pasa revista a los temas pendientes de IU e incluso se definen las líneas políticas de la coalición y la postura del coordinador. Así, se han tratado, por ejemplo, asuntos como las recientes jornadas de organización, el censo de las federaciones o la relación de los partidos en y con IU.

A la cita, aproximadamente cada, quince días y en la Fundación de Investigaciones Marxistas (FIM), acuden, además de Anguita, Pedro Granado, Víctor Ríos -el único que no está afiliado al PCE-, Rosa Aguilar, Felipe Alcaraz, Manuel Monereo, Francisco Frutos, Ángel Pérez, Joan Ribó y Gaspar Llamazares. Algunos de los convocados a las primeras han sido relegados a medida que el grupo se ha consolidado.

Según las filtraciones

Anguita ha ido seleccionando a los asistentes según, se haya filtrado lo hablado a la prensa. Aunque buscaba en principio una especie de consejo áulico de un reducido número de personas, los primeros contactos se han convertido en reuniones con objetivos similares a los de cualquier órgano de dirección de IU.

Cuando se filtró en septiembre de 1996 su deseo de ir abandonado la dirección de IU, y del PCE, Anguita calificó de "canallada" la acción de quienes habían contado fuera del círculo de sus íntimos lo que consideraba un desahogo personal. De los invitados a aquella cena fueron eliminados los sospechosos de la indiscreción.

Uno de los asistentes explica que "son reuniones muy relajadas en las que se habla de todo, no necesariamente de IU". Sin embargo, algunas de las decisiones más polémicas de la dirección de IU se han tomado coincidiendo con alguno de estos encuentros. Es el caso del pacto de las pensiones, la financiación de los partidos que integran la coalición o la incorporación de Nueva Izquierda como partido, aprobada en una Presidencia Federal el 3 de diciembre de 1996 y rechazada días después en un Consejo Político. El PCE capitaneó, entonces la rebelión contra el ingreso de Nueva Izquierda y terminó por retrasar -han pasado ya tres- meses cualquier decisión al respecto.

Nueva Izquierda denunció la existencia de esta ejecutiva paralela en las recientes jornadas de organización, el pasado día 1. Presentó un escrito exigiendo que la responsabilidad política y organizativa se situara en los órganos electos, frente a la aparición de [ ... ] centros de decisión al margen de las direcciones que se viene observando en el último periodo". Verde y con asas.