El senador del PP Díaz de Mera dice que la 'mili' de seis meses no es posible

Agustín Díaz de Mera, senador del Grupo Popular y presidente de la Comisión de Defensa. del Senado, aseguró ayer que la reducción del servicio militar a seis meses "no es posible ni conveniente". En su opinión, el acortamiento de la mili no es una demanda social, y podría "distorsionar", el período de transición hacia el Ejército profesional, ya de por si complicado.Díaz de Mera hizo estas manifestaciones durante la comparecencia del jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, José Faura, ante la ponencia que estudia puerta cerrada la profesionalización de las Fuerzas Armadas. Faura se mostró de acuerdo con las palabras del senador popular.

No fue Faura el primer mandomilitar en cuestionar la reducción de la miliante la ponencia parlamentaria. El jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, Juan Antonio Lombo, dijo el pasado día 18 en el Congreso, también a puerta cerrada, que la mili de seis meses le ponía "los pelos de punta".

La reducción de la mili a seis meses era la principal promesa que, en materia de defensa, incluía el programa electoral con el que el PP ganó las elecciones. El pacto con CIU obligó a Aznar a aceptar la profesionalización total de las Fuerzas Armadas y la consiguiente supresión de la mili en un plazo de seis años, pero al menos formalmente no se abandonó la promesa de reducir la duración del servicio militar como paso intermedio.

Sin embargo, el Ministerio de Defensa no ha iniciado aún los planes para poner en marcha dicha reducción. El subsecretario del departamento, Adolfo Menéndez, trasladó a la Comisión Mixta Congreso-Senado la responsabilidad de decidir sobre la puesta en práctica de esta promesa del PP, argumentando que se ría "poco prudente" pronunciar se al respecto antes de que el Par lamento concluya sus trabajos, lo que está previsto para octubre.

Las comparecencias celebra das hasta ahora han puesto de manifiesto las dificultades a las que se enfrenta la consecución de unas Fuerzas Armadas profesionales. Los máximos responsables de los tres ejércitos se han mostrado contrarios a reducir sus efectivos por debajo de lo previsto en las vigentes leyes de plantillas, 180.000 militares en total, lo que dispararía el coste de la profesionalización.