El Tenerife deja todo para la vuelta
Una vez más se demostró que el fútbol es ilógio y que cada partido se mide por parámetros distintos. Después de golear a todo un Barcelona, anoche el Tenerife fue ineficaz y dejó esapar una buena oportunidad para lograr un resultado positivo, con vistas al partido de vuelta. Si a eso se suma que un discretísimo Brondby anotó en una de sus escasas oportunidades, el balance no puede ser más desalentador.El Brondby frenó al Tenerife durante los primeros 10 minutos hasta que aparecieron Jokanovic, Vivar Dorado y Juanele para trenzar una y otra vez jugadas de ataque de gran precisión aunque sin traducción en el marcador. Una pared entre Vivar Dorado y Juanele dentro del área acabó con un disparo del asturiano que repelió el poste cuando el gol parecía inevitable.
El ataque del Tenenife fue en avalancha con remates muy claros de Felipe, Jokanovic y el propio Juanele que no fructificaron. Desde ese momento, el Brondby se replegó por , completo y aguantó como pudo las acometidas del equipo de Heynckes. Tan sólo en una ocasión el conjunto danés practicó con cierto peligro el contraataque y sólo las jugadas a balón parado creaban inquietud en la defensa de conjunto canario.
Sin embargo, en una de esas faltas, Moller sorprendió a sus marcadores, apuró la línea de fondo y envió un fuerte centro que remató Sand a gol. Fue un jarro de agua fría que dejó descompuestos al Tenerife y a su afición hasta el descanso.
El segundo tiempo fue un auténtico monólogo futbolístico del Tenerife que creaba numerosas ocasiones de peligro aunque siempre se encontraron con un inspirado Krogh. El Brondby renunció definitivamente al ataque, aunque siempre quedaba la opción de algún contraataque debido a los espacios que dejaba el equipo canario.
Los nervios comenzaron a llegar cuando se veía que el conjunto de Heynckes no tenía la noche de cara a puerta. Ese nerviosismo se convirtió en desilusión cuando Jokanovic, en el colmo del desacierto, fallaba un penalti que había señalado Collina por un derribo a Felipe.A partir de ahí, el Tenerife bajó el ritmo por el desencanto que le provocó el escaso acierto a la hora del remate. Por contra, los daneses crecieron en moral, aunque su juego de ataque fue prácticamente nulo y sólo en un fallo defensivo a punto estuvieron de incrementar el marcador en un disparo de Moller.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.