"Krámnik + Topálov= joven Kaspárov"

El vacío creado por Gari Kaspárov y Anatoli Kárpov desde su imponente pedestal durante un decenio empieza a llenarse de jóvenes estrellas. El ruso VIadímir Krámnik (21 años), el indio Viswanathan Anand (27) y el búlgaro Véselin Topálov (21) están cada vez más cerca de la gloria. Pero se han encontrado con un campeón más indiscutible que nunca: a sus 33 intensísimos años, Gari Kaspárov aglutina energía, ambición, amor al ajedrez, talento y trabajo para ganar dos de los mejores torneos de la historia, Gran Canaria y Linares, en 75 días.

Tras batir su propio récord histórico (2.820 puntos en la próxima lista mundial), el Ogro de Bakú analizó a sus más duros rivales a petición de EL PAÍS.

ANAND. Su talento natural es uno de los más impresionantes de la historia del ajedrez. Y ha trabajado mucho para pulirlo. Pero tiene un problema psicológico con respecto a mí desde que le gané en el Mundial de Nueva York [1995]. Eso explica su mal resultado en Linares [6º]; perdió conmigo en la primera ronda y quedó noqueado, claramente por debajo de su nivel. Yo corrí el peligro de que pasara algo parecido en cuanto a Kárpov en 1984, pero logré superarlo. Creo que Anand también puede hacerlo.

KRÁMNIK. Los hechos han demostrado cuánta razón tenia yo cuando luché para incluirle en la selección de Rusia que obtuvo la.medalla de oro en de Manila. Krámnik tenía entonces 16 años, pero su olfato para comprender la esencia del ajedrez era ya impresionante. Ahora bien, es un poco indolente y no tiene una salud de hierro. De todas formas, el joven ruso es un ajedrecista excepcional.

TOPÁLOV. Posee precisamente las virtudes que le faltan a Krámnik: disciplina, tenacidad, salud y energía. Pocos creían en él cuando apareció en la élite, pero ahora nadie duda de que ocupa el puesto que merece. Una hipotética mezcla de Krámnik y Topálov equivaldría al Kaspárov que se convirtió en el campeón más joven de la historia en 1985. Veo a ellos dos y a Anand como los únicos capaces de sucederme.

KARPOV. Nunca llegará a ser el mismo. Su victoria en Linares 94 [el mejor de todos los tiempos en un torneo] fue un aviso importantísimo para mí, una voz de alarma. En aquel momento yo sufría problemas personales, profesionales y políticos. Cambié radicalmente mi vida y comencé a entrenarme otra vez en serio. Me llevó dos años volver a recuperar la forma que tenía antes. A los 45 años, Kárpov ha quedado el último en Gran Canaria y no ha jugado en Linares. Kárpov, cuya capacidad de trabajo es menor que la mía, no va a hacer milagros en las seis semanas que faltan para el torneo de Dos Hermanas, donde se encontrará con Anand, Topálov y Krámnik. Ahora bien, Kárpov es mucho más duro en los duelos de uno contra uno; ni Anand, ni Krámnik ni Topálov pueden estar seguros de ganarle en esa modalidad. Por lo tanto, confío en que su resultado en Dos Hermanas no sea tan malo como para bajar aún más la cotización de mi próximo duelo con él. Hay varias sedes posibles, aunque Gran Canaria sigue muy bien colocada.

IVANCHUK. Todo lo bueno que podemos decir sobre él, que es mucho, queda anulado por su inestabilidad psicológica. En Linares jugó muy bien contra mí, y me ganó, pero bastante mal en casi todas las demás partidas. Así no se puede ser campeón del mundo.

KAMSKI. Con su retirada no hemos perdido nada desde el punto de vista artístico. Era un rival durísimo, muy trabajador, pero sin talento. Kárpov lo demostró el año pasado cuando le ganó con claridad en el Mundial de la Fide.