Frescura y originalidad fuera de corsés en "Piratas a babor"

, La Sala San Pol realiza producciones infantiles desde hace más de una década, durante la cual ha montado principalmente títulos clásicos de la literatura infantil y, en menos ocasiones, textos actuales. Éste es el caso de su recién estrenada undécima producción, Piratas a babor, un texto escrito para la ocasión por Ana María Boudeguer, directora también del montaje.El argumento desarrolla una historia de piratas, arquetipo del género de aventuras, al que se le han añadido algunos elementos ajenos, como el enredo o la intriga, que le aportan el toque cómico o cierto romanticismo que envuelve el final.

En su larga experiencia, este teatro ha comprobado que los títulos conocidos se venden solos. En el lado opuesto, las obras originales parten de una situación de desventaja, al no contar con los favores casi incondicionales del público. Pero aunque éste sea el caso de Piratas a babor, es evidente que la función ha gozado de algunas, nada desdeñables, ventajas.

La más evidente es que al no contar con un referente obligado (la mayor parte de las veces, archiconocidas versiones cinematográficas del cuento adaptado), la puesta en escena ha resultado fresca y original.

De igual ventaja se ha beneficiado la escenografía, un enorme barco construido con excelente factura que, sin embargo, hubiese resultado necesariamente pobre si recreara algún diseño de la todopoderosa factoría Disney. Por el mismo motivo, los actores de La Bicicleta han logrado una interpretación nada encorsetada y se les ve cómodos en la creación de sus propios personajes.

Magnífico trabajo

Destaca el magnífico trabajo de la actriz Paca Lorite, que encarna a la condesa de la Bella Donna y un sinfín más de nobles títulos y apellidos que ella recuerda periódicamente en escena.

No es la primera vez que la Sala San Pol se desvía de su línea maestra de adaptar clásicos infantiles, pero sí parece Piratas a babor una de las producciones en que lo ha conseguido con mejores resultados. La acción gira en torno a una suplantación de identidad: un pacífico hombre se ve abocado a hacerse pasar por el temible capitán pirata Sebastián para huir de una boda amañada.

En escena, cinco actores encarnan a los restos de su tripulación, dos piratas traidores que intentarán acabar con su vida para hacerse con el botín y dos señoras que han sido capturadas por los bandidos en el abordaje de un barco.

Teatro San Pol. Plaza de San Pol de Mar, s/n. Metro Príncipe Pío o autobuses (líneas 75 y 41). 15 y 22 de febrero, a las 18.00. 800 pesetas. Reservas: 54190 89 y 547 94 22. Venta anticipada en El Corte Inglés. Sesiones escolares en días lectivos hasta el 21 de febrero, a las 10.30, previa reserva. 600 pesetas.