El Mallorca arrolla al Madrid

, El Real Madrid no levanta cabeza. La herida es cada vez más profunda. El Mallorca resolvió el partido en la primera parte marcando cuatro goles y dominó con autoridad en todo el campo. La superioridad isleña fue incuestionable ante un filial madridista muy blando y sin fe en su juego, un equipo a la deriva.

El Mallorca empezó atenazado por las dudas, víctima de la presión ejercida por unas gradas que no estaban dispuestas a perdonar una tercera derrota consecutiva (el equipo balear perdió en sus últimos dos compromisos ante el Atlético de Madrid y el Badajoz).

Víctor había puesto el club patas arriba despidiendo, por pérdida de confianza, a su preparador físico: la tensión se podía mascar en el Luis Sitjar. Con ese panorama, el Madrid tenía todo a su favor para despertar los fantasmas ocultos en el campo y desgastar a su rival. Pero no lo hizo, quiso jugar bonito y abrió unos huecos impresionantes en su área, por donde se colaron Carlos y Obiku como, y cuando quisieron.

En un abrir y cerrar de ojos, el filial madridista perdía 2-0. El Mallorca se hizo amo y señor del partido, marcó otros dos goles y realizó una verdadera exhibición ante sus aficionados. El Madrid hizo aguas por todas partes. No encontró su sitio, y, con excepción.de un gol anulado a Ismael (m. 28) por fuera de juego, sólo probó fortuna en una ocasión, también por medio de Ismael, en el minuto 37.

El Mallorca no aflojó el ritmo en la segunda parte, pero sus delanteros no estuvieron tan afortunados como en la primera. El balón circuló con rapidez de un área a la otra, con dos equipos volcados en ataque y que olvidaron las precauciones defensivas.

Con todo decidido, a pesar de algunos sustos que dio el buen manejo de balón de Zeferino, el público mallorquín selló la reconciliación con su equipo tributándole una cerrada ovación al término del partido.