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FÚTBOL

"Tengo 19 años y mucho que aprender"

Raúl asegura que el partido contra el Atlético marcara, su carrera deportiva

Mábel Galaz

Raúl era ayer una estrella. Puede que su rutina no fuera diferente a la de otros domingos victoriosos: compromisos en la radio, citas con las televisiones, periodistas tomando nota de todas sus palabras, escoltado por uno de sus agentes. Su vida ha cambiado mucho en los últimos 26 meses de su vida. Pero algunos detalles debían marcar la diferencia. Ayer debió utilizar la puerta trasera para evitar el aluvión de curiosos. Y ayer la gente hablaba de Raúl y de Ronaldo, ambos en el mismo peldaño, el peldaño propio de los números uno, el peldaño al que subió Raúl el sábado, 26 meses después.Hace dos años Raúl iba en metro. Ahora usa el coche. Tenía un agente, ahora otro con todos los medios a su disposición. Se ha cambiado de casa; ha dejado la colonia Marconi por una selecta urbanización de la zona norte. d

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Madrid. Tiene un móvil que sólo conocen sus más íntimos. Y tiene una nueva novia, Esther, que estudia Derecho. Acostumbrado a los cambios, ayer vivió uno más, el del estrellato. Pero Raúl advierte: "Tengo 19 años y mucho que aprender".

A las cinco y media de la tarde de ayer Raúl comenzó a vivir su día después. Se subió al coche de uno de sus agentes, Ginés Carvajal, que le escoltó a los estudios de Telemadrid para participar en el programa Fútbol es fútbol. Debía formar pareja con Caminero, ambos más Víctor eran los únicos jugadores madrileños que disputaban el duelo de vecinos. Caminero ayer se excusó. No estaba para fiestas. Allí, en los estudios, firmó sus primeros autógrafos de la resaca y comprobó con imágenes que lo que estaba viviendo no era un sueño.

"No sé explicarlo, pero desde que pisé el césped tuve unas sensaciones especiales. Notaba que iba a ser un gran día. Cuando marcó el Atlético me motivé más. Con el 1-1 estaba convencido de que podía ser una gran noche". Era 61 minuto 46 de partido cuando Raúl aprovechó un balón suelto en el área tras una jugada de Mijatovic e inauguró la fiesta madridista. "He visto el partido muchas veces. No sé cuántas. Probablemente he visto los goles cientos de veces. El sábado después del partido me fui a casa a cenar con mi familia y nada más llegar puse el partido. Luego me marché a celebrarlo con Esther, mi novia". La cinta de vídeo de Raúl está algo gastada de tanto pasarla, pero las imágenes permanecen frescas en su cabeza, sobre todo las del segundo gol. "Fue un pase de Redondo que cambio de la derecha a la izquierda en un recorte a Geli, luego en caro a López al que regateo tres veces y luego marco a la salida de Molina". Un gol para la historia. "Esta bien, pero yo le veo mucho defectos aunque no los voy a con tar, claro".

Se despertó a las dos de la tarde. Le costó dormirse como siempre después de un partido. Sobre la mesa, donde le esperaba un café que le había preparado su madre, estaban todos los periódicos. "Los he visto todos. Son una pasa.da...". El móvil, ese teléfono que guarda para sus más íntimos, era el único que atendía. Através de él escuchó las palabras de sus amigos, la mayor parte de ellos extraños al mundo del fútbol. No habló con Valdano, ni con Cappa, sus padres futbolísticos, pero le han contado los piropos que Jorge le dedicó en la Cadena SER. "Me imagino lo contento que estará". Su agente, que también lleva a Iván Zamorano, le ha explicado el revuelo que se armó en la concentración del Inter. "Me han dicho que Zanetti llegó corriendo a la habitación de Iván para decirle que si había visto mi segundo gol". Lo dice con una sonrisa de oreja a oreja pero en el mismo tono de voz de siempre, que casi es un susurro. Aparentemente nada ha cambiado en él. Mantiene la frialdad de siempre, la mirada tímida, y la cara de niño. Eso sí se ha puesto un traje jaspeado en tonos marrones y una corbata amarilla para peregrinar por los platós de televisión, las redacciones de los periódicos y las radios. "Hoy tengo trabajo extra. No me importa si es tranquilito. Eso sí, mañana quiero descansar de todo".

Se acuerda de repente de que Michel y Butragueño jugaban contra el Veracruz, el equipo de Bakero, y pregunta qué han hecho. Luego le cuentan que el padre de Michel le llamaba cada vez que había un gol en el Calderón "Pues se habrán gastado un dineral en llamadas", cuenta riéndose "¡Lo que habrá sufrido Michel por no estar aqui!

Las fiestas en el vestuario madridista no son las mismas sin Michel. El sábado Raúl tuvo un especial aparte con Redondo, su compañero de habitación y el que le dio el pase con el que fabricó el segundo gol. ¿Capello?. "Pues no me dijo nada... Bueno, sí, me dio dos o tres veces la mano y me dijo: "Bien""". Capello eso sí se deshizo en elogios hacia Raúl ante la prensa. "Siempre he dicho que es uno de los tres o cuatro talentos que hay en el mundo. Sólo un jugado

con ese talento puede marcar un gol tan extraordinario".

Lorenzo Sanz lo bautizó como "Raulinho" y lo valoró en 30.000 millones. "Todo lo que diga en presi está bien". Hasta Gil utilizó su batería dialéctica para piro

pearle. "Creo que después de este partido", advierte Raúl, "todo el mundo dejará de hablar de mi pasado rojiblanco. Soy madridista juego en el Madrid y quiero lograr grandes cosas en este equipo". Raúl está convencido de que el partido del Calderón volverá a dar unas vuelta de tuerca más a su carrera deportiva y a su vida, pero algo alarmado recuerda: "Tengo 19 años y mucho que aprender todavía. Me comparan con Ronaldo, no sé lo que él pensará, yo habló por mí y sé que no he hecho nada más que empezar".

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Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

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