Más orden y equilibrio

Sin méritos. El Betis se encontró con dos goles sin hacer los méritos suficientes. La tardía reacción de Vitor Bahía y el rebote del balón sobre Sergi le puso el partido en una situación inmejorable. Los béticos estuvieron más preocupados de marcar y de perseguir a los contrarios que de crear su propio juego.El agua. La acumulación de agua en el medio campo del Betis en la primera mitad perjudicó claramente el ataque del Barcelona. Luis Enrique en varias ocasiones se dejó el balón atrás cuando encaraba la portería de Prat en solitario. En la segunda parte pudo demostrar que deseaba hacer un gran partido.

Al límite. El colegiado perdonó la expulsión de Olías y Jaime varias veces. La persecución de los béticos sobre Luis Enrique y Figo sobrepasó los límites del reglamento. La reiteración de las faltas también debe ser motivo de castigo. Serra Ferrer dejó en el vestuario a Olías antes de quedarse con 10.

Luis Enrique. Se está descubriendo como un gran cabeceador. En el remate del segundo gol, le dio al balón la fuerza y precisión suficientes para dirigirlo al lugar donde no podía llegar el portero. Su constancia y oportunismo le dieron los otros dos. Ronaldo no quiso perder protagonismo y también consiguió otro golazo.

Cambio de imagen. El Barcelona cambió la penosa imagen de la pasada semana. Hizo lo que le hicieron, remontó dos goles y en ningún momento perdió la confianza en la victoria. Mucho más orden en el juego y un mayor equilibrio le dieron el control. ¿Cuánto durará?