Moyà, objeto de deseo en Melbourne

Boris Becker sufrió dos decepciones el día que fue eliminado en la pista 3 en el Open de Australia: la primera, verse obligado a dejar un torneo en el que había puesto un número de ilusiones; la segunda, comprobar que su carisma había caído notablemente y que incluso fue pitado en algunas ocasiones. De las dos cosas tuvo la culpa un jugador español de 20 años, Carles Moyà, que se ha convertido en el tenista más perseguido por las quinceañeras de Melbourne. El mallorquín no sólo consiguió eliminar al campeón vigente sino que transformó lo que debía ser una fiesta para el alemán en su funeral. Probablemente, nadie quería ver apeado a Becker, pero las 3.000 personas que llenaron la pista dieron todo su apoyo a Moyà.Este mayorquín de 20 años, de aspecto tranquilo, que nunca pierde la calma durante los encuentros ni fuera de la pista, de largos cabellos recogidos por un pañuelo alrededor de la cabeza y que hace gala de unos passing-hoots impresionantes, tiene claras reminiscencias de dos estrellas de otra era: Bjorn Borg y Guillermo Vilas. El miércoles, Moyà, 25º de la clasificación mundial, dió una auténtica lección al hermano de John McEnroe. Conectó 13 aces y demostró poseer un talento natural con el que dominar la técnica necesaria para jugar bien en superficies rápidas.

Cuando salió de la pista, Moyà fue reclamado por una multitud de chicas quinceañeras, que pretendían guardar el recuerdo de un autógrafo suyo. "Ni siquiera yo esperaba todo esto", confesó ayer. "Soy el primer sorprendido al comprobar que el público me quiere y me apoya. Pero me parece bonito. Quiero agradecerles el apoyo que me han estado dando estos días".

Carles no es el único español que está jugando bien este Open de Australia, otros también se encuentran ya en la tercera ronda. Pero él ha sido elegido por los aficionados, que le han convertido ya en su ídolo. Y la elección no es sólo una cuestión femenina. Ayer un diario local, el Herald Sun, publicó una encuesta que confirmó a Moyà como el jugador más seguido del torneo. El periódico entrevistó a un miembro de la comunidad homosexual australiana, llamado Craig, que lleva 10 años siguiendo el torneo masculino y que afirmó: "Esto ya no es lo mismo sin Stefan Edberg, pero Moyà es, al menos, un digno sustituto".

Su tenis es fundamental para convertirle en un campeón. Pero su imagen, con 1,90 metros, con su línea de ropa Nike similar a la de Agassi, con su sencillez y naturalidad, con su flema mallorquina, con su insolencia dentro de la pista cuando se enfrenta a los mejores, puede transformarse en una estrella y convertirle en una máquina de hacer dinero.