Cegados de gratitud
La Cubana se despide del teatro Lope de Vega tras un año de éxito
El sarao que el grupo teatral catalán La Cubana montó ayer, vestiditos todos de chulapos madrileños, para despedirse de Madrid no fue normal. Bebercio a diestro y siniestro, comida también, sobre todo especialidades catalanas y, ¡cómo no!, arroz a la cubana con su platanito frito y todo lo demás.Decían adiós y lo dijeron por todo lo alto, ya que se han tirado un año en Madrid (estrenaron el 25 de enero de 1996 y su última función será el próximo domingo), a llenos diarios, logrando un inusitado éxito con su espectáculo Cegada de amor.
Mientras todos los presentes se ponían ciegos, y no precisamente de amor, los de La Cubana fueron unos anfitriones exquisitos que montaron todo tipo de números, incluidas exquisiteces musicales adornadas con sus mejores trajes y coreografías.
En total han sido 319 representaciones en las que han logrado un total de 253.000 espectadores. Teniendo en cuenta que el precio de las entradas oscilaba entre las 1.500 y 3.000 pesetas, estos desvergonzados e imaginativos catalanes se han levantado una pasta. Más aún si tenemos en cuenta que antes de llegar aquí 777.292 espectadores habían visto Cegada de amor en varias ciudades. A partir de ahora piensan montar su obra por Valencia, Andalucía, País Vasco, Edimburgo, Castilla y León, Navarra, La Rioja, Aragón y Cataluña, para después irse a hacer las Américas.
Cegada de amor, que se puede ver hasta el próximo domingo, es un híbrido entre cine y teatro en el que se cuentan historias de varios exóticos personajes con biografías extraídas de la vida misma. ¡Pero qué vidas!
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