"No sé dónde me van mandar"

El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, José Aranda, dijo ayer que no tiene "ni idea" de por qué hace 20 días el Consejo Fiscal "votó una cosa y ahora ha votado otra". Se sorprendió de que Juan Cesáreo Ortíz Úrculo se refugiase en unas "causas objetivas reservadas" para justificar su cese y no se hizo ilusiones sobre su futuro: "No sé a dónde me van a mandar".Fuentes del ministerio fiscal indicaron que Aranda, que arrastra una gripe desde el pasado día 30, pidió ayer un mes de baja por enfermedad, inducido por los médicos ante el alarmante estado de depresión que presentaba tras los acontecimientos de las últimas semanas. "Está deshecho, destrozado", dijeron.

Finaliza así su largo enfrentamiento con el grupo de los fiscales indomables, a raíz de que ordenase presentar la querella contra el ex banquero Mario Conde. Aranda no consultó la querella con estos fiscales al encontrase entre ellos María Dolores Márquez de Prado, unida sentimentalmente al juez Javier Gómez de Liaño, hermano del socio de Conde. Desde entonces ha sufrido toda suerte de plantes y desplantes... y ahora el cese. Sobre los expedientes a los indomables, úrculo dijo ayer que estaban "en rnarcha", pero fue incapaz de precisar en qué fase.