El gol de la solidaridad
11.000 personas regalan un juguete para ver jugar a futbito a las estrellas de Primera
Seis partidos y ninguna derrota. Todos marcaron el gol de la solidaridad. El Palacio de los Deportes se llenó ayer por la tarde con más de 11.000 personas que regalaron un juguete para asistir a una de las más emocionantes jornadas de fútbol de la temporada: seis partidos, que culminaron con los disputados por los tres equipos madrileños que juegan en primera división.Daniel, de 10 años, llevó su gran perro de peluche Margarito, regalo de cumpleaños. "También hemos 'traído un coche a pilas", dijo Daniel. Con el coche consiguió la entrada para su padre, Agustín Moreno, de Comisiones Obreras. "Es una iniciativa preciosa, y más en este día", comentó Moreno sobre la convocatoria del diario Marca, la Federación de Fútbol Sala, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid para recoger juguetes para los niños residentes en centros de acogida.
Cuatro niñas del instituto Francisco de Goya y el colegio Gustavo Afolfo Bécquer, del distrito de La Elipa, llevaron "dos trasformers, unos cacharritos, un juego de baloncesto, una pistola y una espada". Todas juegan al fútbol, como porteras, defensas, delanteros, "o dando patadas a todos" como admitió Susana, de 10 años.
Los voluntarios del equipo de fútbol sala Manila Estrellas Grucer, del distrito de Salamanca, aguantaban el frío recogiendo los juguetes y los ordenaban en diez camiones de SEUR. "Es nuestra aportación", dijo uno de los jugadores.
El ambiente comenzó a caldearse a las cuatro, cuando saltaron a la cancha los equipos alevines de la selección masculina del Instituto Muncipal de Deportes y la Federación Madrileña de Fútbol Sala. Quedaron empatados a dos con un emocionante gol en la última décima del último segundo (2-2). Pero el espectáculo no había hecho más que comenzar. Cuando salieron al parqué los equipos homónimos femeninos, el público quedó un poco frío. Poco después, estaba entregado a una disputa en el que las jugadoras se dejaban la piel. Al final, otro empate a tres segundos del final (3-3) .La selección nacional de fútbol sala, subcampeona mundial, deleitó con un juego contra sí misma: el equipo perdedor pagaba una cena (7-2). Tras ellos, los más grandes. Cuando salieron a la cancha los jugadores del Real Madrid (1º en la Liga), Atlético de Madrid (5º), Rayo Vallecano (l2º) y la selección de fútbol sala, el palacio casi se cae abajo con el estruendo de las voces aficionadas mientras los periódicos volaban hechos confetti. Finalmente, los tres partidos, en los que el último quedó primero: Rayo-Atlético, 3-3; Real-Rayo, 1-2 y Real-Atlético, 1-2.
Fermín, de 16 y Roberto, de 11, dos chavales que viven en una de las residencias de la Comunidad de Madrid, cogieron uno de los balones que los jugadores tiraron al final al público. "Nos han sorprendido las chicas", comentó Fermín, que saludó al Real Madrid con una camiseta del equipo. Poco después, para ellos serían algunos de los 11.000 juguetes.
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