Un 5% menos de muertes por accidentes en carretera
El año 1996 ha terminado con un esperanzador nuevo descenso de la siniestralidad vial. El número de víctimas mortales en el acto en la carretera ha disminuido en un 5% respecto a 1995.Hasta el pasado 29 de diciembre se había contabilizado un total de 3.985 muertos en accidentes de tráfico ocurridos en carretera, 208 menos que hasta la misma fecha del año pasado.
Esta cifra, al borde de la barrera psicológica de los 4.000, se habrá superado ligeramente en función de los datos provisionales contabilizados hasta las 20.00 horas del día 31, el último del año. Fuentes de la Dirección General de Tráfico registraban cinco accidentes mortales en los que fallecieron cuatro personas más durante el periodo comprendido entre las ocho de la tarde del lunes y la misma hora del martes. Y no se descartaba que se incrementara la siniestralidad en las horas que quedaban para cerrar 1996.
No obstante, el año que se ha ido ha recuperado la tendencia descendente iniciada a partir de 1989, cuando se alcanzó la marca de 5.940 muertos, que disminuyó claramente en 1993 y 1995.
Según el balance provisional facilitado por la Dirección General de Tráfico, el número de accidentes con víctimas se ha rebajado en un 4,4%, con 156 menos hasta el pasado domingo.
Asimismo, se han contabilizado 220 heridos graves menos, aunque los leves han aumentado en 1996 en 60 personas.
Comparación mensual
En el pasado mes de diciembre, a falta de dos jornadas, se ha producido un descenso de nueve víctimas mortales en el acto en relación con la misma fecha de 1995. Por el contrario, los accidentes se han incrementado en 44.
Con referencia al resto del año, todos los meses registraron un descenso en la siniestraliad vial respecto a 1995, excepto los de febrero, junio y octubre. El más trágico volvió a ser agosto, con 389 muertos en accidentes de circulación, y el más favorable para la estadística enero, con 247.
La Dirección General de Tráfico no facilitará el balance definitivo de la siniestralidad en tanto no reciba de los ayuntamientos los registros de las víctimas producidas dentro de las zonas urbanas.
