EL JUICIO DE LA NIÑERA

El proceso judicial para dilucidar lo que la revista norteamericana Time llegó a considerar como uno de los 10 "mayores escándalos de 1996" comenzó ayer en Jerusalén. Tania Shaw, la antigua niñera de los hijos de Sarah y Benjanún Netanyahu, primer ministro israelí, los pequeños Yaïr y Avner, fue despedida a los pocos días de que su patrón alcanzase el poder (véase Gente del pasado 2 de julio). Sarah Netanyaliu la dejó con las maletas en la calle -"Me despachó sin darme tiempo de hacer las maletas", señaló Tania mientras le hacían una foto en la acera a la puerta del domicilio del mandatario, foto que dio la vuelta al mundo- porque a la pobre joven, emigrante de Suráfrica, se le quemó un poco la sopa que iban a tomar los niños. Ahora pide 120.000 sheke1s (unas 4.730.000 pesetas) por salarios impagados, horas extras, días de descanso e intereses, ya que demanda que su despido fue ilegal, según su abogado, Moshe Zingel. Tras el despido, la Presidencia del Consejo acusó a la joven despedida de "inestabilidad mental" y afirmó que la policía la había considerado un "peligro para la seguridad". Tania señaló ayer en la vista que tras esta declaración oficial sufrió un gran daño moral, le ha sido imposible encontrar trabajo o marido.-