Giuseppe Dossetti, padre de la Constitución italiana, y monje

Giuseppe Dossetti, uno de los padres de la Constitución italiana y fundador, en 1954, de la comunidad monástica Pequeña Familia de la Anunciación, murió ayer, domingo, a los 83 años de edad, de un paro cardiaco en un hospital de Bozzano, en las inmediaciones de Bolonia. El monje Dossetti, que estaba delicado de salud desde hace 17 años, fue ingresado en el hospital boloñés el pasado 13 de octubre con una isquemia cerebral.Nacido en Génova el 13 de febrero de 1913, se graduó en Derecho en Bolonia. Durante la II Guerra Mundial participó activamente en la Resistencia, en las filas católicas, y llegó a ser presidente del comité provincial de liberación nacional de Reggio Emilia. Al acabar la guerra comenzó una carrera política que en poco tiempo lo llevó a ser el número dos de la Democracia Cristiana (DC). Dossetti pensaba en una DC inspirada en una política de solidaridad popular, e independiente de los bloques que se formaron con la guerra fría, por lo que se abstuvo en la votación para la adhesión italiana a la OTAN.

También participó activamente en la redacción del texto constitucional, pero su línea entró en colisión con la de De Gasperi, al considerar que las esperanzas suscitadas con el rechazo del fascismo y de la guerra se marginaron con una reconstrucción inspirada en modelos prefascistas. Al reforzarse la línea de De Gasperi, proatlántica, y tras el giro político de abril de 1948, dejó la política, dimitió de la dirección de la DC y renunció al escaño de diputado.

En 1953 se trasladó a Bolonia para colaborar con el cardenal Lercaro, fundó el Centro de Documentación para los Estudios Religiosos y maduró un proyecto espiritual que concretó en 1954 con la fundación de la comunidad monacal de la Pequeña Familia de la Anunciación, y en 1959 hizo sus primeros votos. Entre 1962 y 1968 intensificó su colaboración con Lercaro durante el Concilio Vaticano II, y causó sensación una homilía suya contra los bombardeos estadounidenses en Vietnam.

Dossetti fundó comunidades en Palestina y Jordania, pero no dejó de romper el silencio con intervenciones a favor de la paz, contra la guerra del Vietnainja del Golfo y a favor de los palestinos.

El temor a una reforma constitucional que cambiara el sentido progresista que la inspiró le llevó a hacer un llamamiento, ya desde su lecho de enfermo, para crear comités para la defensa de la Carta Magna italiana-