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EL CAMINO HACIA EL MUNDIAL DE FRANCIA

Cita crucial en Mestalla

La selección española, bajo el discurso nacionalista de Clemente, se juega su futuro ante Yugoslavia

Santiago Segurola

Dos culturas del fútbol se miden esta noche (TVE-1, 21.30) en un partido que puede resultar trascendente para la selección española. Su acceso al Mundial de Francia parece que pasa por una victoria sobre Yugoslavia, cuyo reingreso en las competiciones internacionales es muy satisfactorio. Por una cuestión de orgullo nacional, o por lo que sea, ha conseguido embarcar a sus numerosas estrellas en una aventura común: llegar a la Copa del Mundo y prestigiar un fútbol que históricamente ha sido víctima de los intereses egoístas de sus jugadores. Esta vez no. Yugoslavia será un adversario temible para la selección española, que viene empujada por el discurso nacionalista de Javier Clemente.Frente a la vocación nómada del fútbol yugoslavo -nuevamente su selección está recogida de la diáspora de jugadores-, España es un país decididamente importador desde la década de los cincuenta. Ninguno de los internacionales españoles participan en otras ligas, porque esta posibilidad sólo se reserva a los futbolistas que se encuentran en el crepúsculo de sus carreras profesionales. Desde esta perspectiva, se enfrenta un equipo cazado a lazo por aquí y por allá y otro que vive un modelo muy definido desde 1992 . Sin embargo, ningún país ha sentido más admiración que España por el fútbol yugoslavo. Bastante más que Italia, España ha sido el destino de la mayoría de los astros balcánicos, muchos de los cuales llegaron de forma casi anónima y se consagraron en nuestro fútbol. Es el caso de Djukic, Pantic, Mijatovic o Suker (.ahora con Croacia).

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La conexión yugoslava con España hace más fascinante el partido. En Mestalla se verá una especie de prolongación de los duelos semanales en la Liga. Todos se conocen a todos y el público sabe muy bien de las características de los protagonigtas. El asunto es que Yugoslavia se presenta con un cierto aire de superioridad. Sus jugadores son cotizadísimos en las ligas europeas y especialmente en la española. Si un equipo fuera el resultado de una suma de grandes individualidades, estaríamos ante una potencia cercana a Brasil. Es lo que se puede decir de una selección donde pueden reunirse Mijatovic, Savicevic, Pantic, Jugovic, Milosevic, Stojkovic y Mihailovic. Ellos acostumbran a marcar la diferencia en sus equipos y ahora deben relanzar el prestigio de Yugoslavia en el fútbol mundial. Talento no les falta.

Clemente ha interpretado que es la hora de apelar al orgullo de sus jugadores. Razones no le faltan. Frente al tradicional pesimismo del fútbol español, es hora de reconocer que corren magníficos tiempos. El nivel medio es notable y varios futbolistas resultan magníficos. Aun con las bajas de Hierro y Caminero, dos jugadores que están metidos entre los mejores de Europa, España puede contar con Guardiola, Kiko, Alfonso, Raúl o Guerrero, futbolistas de clase, sobresalientes cada uno de ellos en lo suyo, capaces de imponerse a cualquiera. Una semana después del célebre, Madrid-Barcelona nadie discute que los verdaderos protagonistas de aquel partido fueron Guardiola y Hierro. Eso quiere decir algo.

El seleccionador español sabe muy bien que el partido es crucial y que Yugoslavia es temible. "Una victoria sería importante pero no nos daría nada definitivo. Una derrota nos obligaría a ganar en Belgrado", dijo ayer.

La situación parece delicada y . por eso el discurso de Clemente ha sido rotundo en la defensa de sus jugadores. "Siempre somos los pobrecitos, pero los jugadores españoles son muy buenos", ha declarado durante toda la semana. Quiere evitar el complejo de secundarios frente a unos rivales que se saben estrellas.

Sobre el estilo, sólo decir que estará marcado por la presencia o la ausencia de Guardiola Con Guardiola se juega a una cosa -porque en esto no concede- y sin el centrocampista azulgrana se juega a otra, probablemente la que más quiere Clemente.

Pero discutir los méritos actuales de Guardiola parece imposible. La ausencia de Hierro añade más posibilidades a la inclusión del jugador del Barcelona en la titularidad. El resto del equipo será muy parecido, al de los últimos tiempos: un 4-2-3-1 con el probable traslado de Nadal al medio campo y la- duda entre Kiko y Guerrero en la media punta. Si es por los antecedentes, es la hora de Kiko, porque Guerrero nunca ha jugado en las grandes citas frente a Alemania, Francia o Inglaterra.

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