Entre la encerrona y el castaño oscuro

Ambos protagonistas del incidente hablaron y se escucharon ayer a través de la cadena SER. Cada uno mantuvo sus posturas. "Es una encerrona", empezó diciendo Simeone. No tengo nada que decirle a Julen. Pasé todo el partido, el descanso y después para hablar con él y no quiso. El haber sacado fuera del campo lo que pertenece a él le descalifica. No pienso pedirle disculpas ni perdón. Es evidente que no tenía ganas de lesionarle. Yo también vivo de esto", añadió el ya hispano-argentino. Guerrero, por su parte, señaló: "No me gusta sacar del campo las cosas, pero es que esto pasa ya de castaño oscuro. Es reincidente [Simeone también le pisó la temporada pasada un glúteo tras derribarle] y hay que parar a tipos como éste. Si yo no hubiera dado el visto bueno, el Athletic de Bilbao no habría presentado la denuncia", concluyó.