Brito Arceo: "Besaré al ordenador por elegirme para arbitrar el Madrid-Barça"
Juan Manuel Brito Arceo, un tinerfeño de 33 años, ha sido el agraciado por el ordenador para arbitrar uno de los partidos por el que todo colegiado suspira cada temporada: el Real Madrid-Barcelona del 7 de diciembre. "Le voy a dar un beso en el culo al ordenador", se desahogó este árbitro internacional desde un hotel de Sevilla, donde ayer dirigió un partido de Copa. Es la primera vez en los 10 años que lleva en Primera -es el más antiguo en la categoría junto con Díaz Vega- que arbitra un partido entre los dos grandes del fútbol español."¡Escuche!, ¡escuche cómo suena el teléfono!". Brito Arceo se refería al teléfono de la habitación del hotel mientras habla con el móvil. "Desde que ha trascendido que voy a arbitrar ese partido, no ha parado de sonar el teléfono. He tenido que hacer un hueco para poderme afeitar", resaltó este colegiado, propietario de una empresa en su tierra: "Explotaciones Brito Arceo", dedicada a la venta de mármol para viviendas. Cuenta también con una casa de comidas en Santa Cruz de Tenerife y la tasca Las Barricas en La Laguna.
"La vida da sorpresas agradables", fue el primer comentario de Brito Arceo cuando el martes se enteró de su elección mientras cenaba en un restaurante de Sevilla. "La mierda que era antes y lo importante que soy ahora", rumió mientras pensaba en las críticas recibidas, las últimas por su actuación en un partido precisamente con el Barcelona que acabó con la goleada de la temporada: 8-0 al Logroñés. Brito Arceo fue vapuleado por expulsar en los últimos minutos a Manel, delantero del Logroñés, cuando, tras recibir su equipo el último gol y el balón estaba en el centro del campo, se dirigió al árbitro con los gestos mímicos con los que se llama a un perro y le dijo: "¡sacas conmigo!". El asunto se saldó con una amonestación a Manel. El árbitro apeló y dio por zanjado el asunto cuando el recurso no prosperó.
El Madrid, con Brito, no conoce la derrota en los 13 partidos de Liga que le ha dirigido -ganó 12 y empató uno- Al Barça le ha arbitrado siete, de los que ganó cuatro, empató dos y perdió uno de triste memoria para el barcelonismo: un Barça-Sevilla (2-4) de la Liga 1988-89, en el que sancionó con penalti contra los azulgrana una falta sobre Polster cometida dos metros fuera del área.
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