"Quiero ser sólo el portavoz de una sala colegiada"

José Augusto de Vega, cacereño de 68 años, casado y con tres hijas, designado ayer presidente de la Sala Segunda, debería abandonar este cargo, en principio, el 1 de diciembre de 1997, caso de que se jubile al cumplir los 70 años. Se muestra contento con la elección, en pugna con el conservador Luis Román Puerta, y expone a EL PAÍS sus intenciones: "Quiero ser sólo el portavoz de una sala colegiada, con unos magistrados excepcionales".De Vega revela que en la mañana de ayer se dirigió a Puerta, el candidato que se vaticinaba como más probablemente elegible, para decirle que contara con él. Después, conocida la apretada votación, el nuevo presidente de la Sala de lo Penal mostró su agradecimiento al CGPJ que le ha designado, pero advirtió que su residirá en los magistrados de la sala y aseguró: "No es coba, sino la verdad cuando digo que todos ellos son juristas excepcionales".

Recordó que el presidente de la sala no tiene voto de calidad y que renunciará a funciones como la fijación de señalamientos: "Yo, que he sufrido unas presidencias más personalistas, quiero implantar un estilo distinto, que sirva de precedente para el siguiente presidente". Mostró su agradecimiento porque, en su opinión, del mismo modo que la reciente decisión sobre la no citación a Felipe González en el caso GAL "no rompió la sala, tampoco ahora se romperá".

Sobre los comentarios que le vinculan al PSOE, declaró: "Me molesta que se me vincule, porque no es cierto. Sólo hay un dato, que fui elegido vocal del CGPJ [de 1985 a 1990] a propuesta del PSOE, pero igual que otros son propuestos por otros partidos".

En 1966 ascendió a magistrado y trabajó en Barcelona, Huelva, Sevilla y Las Palmas. Promovió en 1980 la Asociación Profesional de la Magistratura. En 1981 fue designado presidente de la Audiencia Territorial de Canarias, y en 1984 magistrado del Supremo.