El Spartak de Moscú conquista el título ruso

El Spartak de Moscú conquistó el sábado el título de Liga en Rusia tras derrotar (24) en la final del play off al Alania Vladikavkaz, campeón de la pasada edición. Para el Spartak, el triunfo supone el cuarto campeonato en los últimos cinco años. Fue un magnífico partido entre los dos mejores equipos rusos, pero el duelo no oculta los malos presagios que se ciernen sobre una Liga asolada por la sangría de jugadores traspasados a clubes extranjeros, por los graves problemas económicos y por la aparición de la violencia entre las bandas de hinchas radicales.Ningún equipo simboliza mejor el estado del fútbol en Rusia que el Spartak, que extiende su hegemonía a pesar de la continua pérdida de jugadores. Tres de sus estrellas -Onopko (Oviedo), Nikiforov (Sporting de Gijón) y Yuran- abandonaron el club la pasada temporada y dejaron al Spartak en una situación precaria. Pero el Spartak produce futbolistas como ningún otro equipo en su país. Esta vez, Andrei Tikhonov e Ilya Tsymbalar, primero y segundo en la elección del mejor jugador del año y autores de los dos tantos de su equipo frente al Alania, han sido los encargados de conducir al Spartak hacia el título.

El futuro del fútbol en Rusia está bajo sospecha. La media de espectadores apenas llega a los 10.000 por partido, a pesar de los bajos precios (350 pesetas por un asiento de tribuna. Y la hemorragia prosigue: Dmitri Tcherishev, tercero en la lista de goleadores de la Liga, acaba de fichar por el Sporting de Gijón, que cuenta con otros dos jugadores procedentes de Rusia: Lediakov y Nikiforov.

¿Hasta dónde puede soportar la Liga esta desbandada? En los últimos meses se han escuchado voces que piden una política proteccionista que impida el flujo de jugadores hacia el exterior. Pero la débil situación económica de la mayoría de los clubes les obliga a transferir a sus mejores futbolistas. Aunque algunos grupos relacionados con importantes hombres de negocios han expresado su interés por invertir en el fútbol, el futuro parece muy complicado en la Liga rusa.