Maradona pone una lápida sobre su historia

Diego Armando Maradona se da por muerto como jugador de fútbol. Su declaración se produjo el pasado lunes por la noche en un programa de la televisión argentina en el que participó como invitado. Con la cara de asistir a su propio velatorio, la voz gastada, el cuerpo hinchado, "quebrado", sin salida, cuando le preguntaron si podía volver a jugar, puso una lápida sobre su historia: "el jugador de fútbol está muerto", contestó.Alguien, alguno de los que le atienden, debería advertir que hay demasiada muerte en sus palabras. En otro tramo de la conversación, Maradona dijo que le estaban empujando al suicidio: "Estoy quebrado, si no fuera porque tengo un proceso pendiente, ya me hubiera ido definitivamente de este país. Me están empujando para que me mate, pero no lo voy a hacer por mis hijas, sólo por ellas".

A la suma de desgracias personales de los últimos tiempos, que se iniciaron cuando la policía detuvo hace unas semanas a su representante y amigo Guillermo Coppola, a quien se acusa por consumo y tráfico de drogas, y también a su cuñado Gabriel Espósito, además de otros miembros de una red de traficantes de cocaína, Maradona debe hacer frente ahora a una nueva demanda judicial. La abogada Dalila Pinacho, representante de la madre de una niña de siete meses de edad, presentó ante los tribunales una demanda de filiación contra Diego Maradona para que reconozca la paternidad de la pequeña. El reclamo privado de la mujer fracasó porque el jugador se negó a recibirla durante todo el tiempo que duró el embarazo. La relación entre ambos se consumó a comienzos de 1995, pero Maradona nunca reconoció ser el padre de la niña. El caso remite a una historia similar por la que atravesó el jugador en 1986, cuando jugaba en el Nápoles y tuvo un hijo con la italiana Cristina Tinagra. Maradona nunca reconoció a su hijo y se negó tres veces a someterse a los exámenes genéticos ordenados por la juez, quien finalmente confirmó la paternidad y condenó al jugador a pagar cinco millones de liras mensuales para la alimenta ción del niño.

Las aventuras extramatrimoniales de Maradona son el condimento del proceso que se le sigue a su representante Guillermo Coppola. En la búsqueda de pruebas y evidencias sobre, el consumo y el tráfico de drogas, la prensa se ha ocupado especialmente de contar cómo eran las fiestas en las que participaban junto con amigos y mujeres jóvenes "conocidas de la noche?". Algunas de ellas han llegado a revelar que tenían relaciones sexuales con todos ellos, pero que Maradona era de los que se cuidaban porque usaba condones. La esposa del jugador, Claudia Villafañe, ha declarado que nada de lo que se diga le importa porque ama a su marido sobre todas las cosas y siempre le perdonará todo.