Partidos de leyenda

Los Barcelona-Atlético de los últimos años, y viceversa, se han ele vado a- los altares de la Liga. Han sido reuniones cargadas de pasión y fútbol. Se han convertido en el estereotipo del fútbol desbocado: los marcadores no descansan, los jugadores coleccionan taijetas,. el juego se hace más descarnado- y, abierto y los espectadores disfrutan como nunca. El partido del sábado en el Camp Nou refrendó la leyenda. La voracidad del juego quedó plasmada en un resultado abultado (3-3) y en la cantidad de remates que se produjeron. Hubo, un penalti, de libro, y se mostraron nueve tarjetas amarillas. La lista de partidazos Barça-Atlético es cada vez más extensa. El regalo de Abel. Temporada 1991-92. Jugó el Atlético un primer tiempo de ensueño, de museo. Se fue al descanso con un 2-0 de ventaja y el propio Cruyff reconoció que llegó asustado a los vestuarios. Salieron relajados los rejiblancos en la segunda mitad y el Barça se rehizo. Al final, un error incomprensible del guardameta Abel concedió el empate. Stoichkov fue expulsado. Al Atlético le costó el título

La noche de Stoichkov. Temporada 1992-93. El Barcelona se paseó en el Calderón (14) cosido al genio de Stoichkov, que sostuvo un duelo apasionante con López. El búlgaro marcó tres goles y acabó expulsado. Futré, otro clásico de las tarjetas rojas, marcó el tanto local y también fue expulsado. Luis Aragonés se declaró culpable del desaguisado.

11-0 para el Barcelona. Temporada 1992-93. Octavos de final de la Copa. El Barcelona goleó en el Calderón en la ida (0-5), partido en el que fueron expulsados Ferreira y Donato. No tuvo bastante. En la vuelta, en el Camp Nou, el baño fue aún más sonado: 6-0.

La gran remontada. Temporada 1993-94. No recuerda el Mánzanares una noche semejante. Los rojibláncos llegarón al descanso con un doloroso 0-3 a sus espaldas. Romario fue el autor de los tres tantos y de la humillación. En la segunda parte, el Atlético realizó una remontada memorable. Fueron 45 minutos épicos que rubricó Caminero al filo del pitido final marcando el 4-3.

Otros tres de Romarlo. Temporada 1993-94. El marcador fue- de un lado a otro sin parar. Del 1-0 al 1-2, al 2-3 y hasta el 3-5. Romario marcó tres goles, uno de ellos en una -preciosa vaselina, y Stoichkov, dos. Pedro, Manolo y Caminero marcaron por los rojiblancos,. Vizcaíno, Koeman, Stoichkov y López fueron expulsados y se mostraron otras seis tarietas.

Fiesta de goles. Temporada 1994-95. Maturana hizo jugar de fábula al Atlético, pero el Barcelona tuvo un día pleno de puntería. Romario, por dos veces, Stoichkov y Guardiola lograron con sus goles que el buen fútbol del Atlético y los tantos de Pirri, Kiko y Valencia no sirvieran de nada. 4-3.

Hecatombe en el Camp Nou.Temporada 1994-95. Octavos de final de la Copa del Rey. Con 1-4 en el Camp Nou, el Atletico dejó vista para sentencia la eliminatoria. Johan Cruyff declaró para siempre a Díaz Vega, que decretó un penalti contra el Barça y expulsó a Lopetegui, como el peor enemigo del Barcelona. En la vuelta el equipo azulgrana se quedó a un solo gol de forzar la prórroga: 1-3. Tomás y Abel fueron expulsados y se mostraron siete tarjetas amarillas.

El regate de Caminero. Temporada 1995-96. El año de, su bicampeonato el Atlético lo bordó ante el Barça. Se exhibió en casa en la primera vuelta(3-1), enIcuentro tras el cual Cruyff dijo que los rojiblancos fueron "una apisonadora" y reconoció que su equipo tuvo suerte de "irse tan sólo con tres goles a casa". Y se exhibió en la segunda en el Camp Nou(1-3). En la jugada que precedió al 0- 1, Caminero le hizo un regate a Nadal maravilloso, para enmarcar. Por si fuera poco, en ese mismo curso el Atlético le ganó al Barça en la final de Copa. No hubo los goles de costumbre, sólo uno de Pantic. (1-0), pero el choque fue del todo vibrante y cargado de tensión. Con prórroga, expulsiones (Solozábal y Sergi) y ocho amonestados.

El sello de Ronaldo. 5-2 para eI Barça en Montjuïc y 3-1 para el Atlético en La Peineta. Los dos partidos fueron muy abiertos y espectaculares. Ronaldo, en el primero, le hizo un quiebro a Geli que dio la vuelta al mundo. Fue una maniobra sensacional. El 3-3 del sábado fue la prolongación de una buena costumbre, La que tienen el Barca y el Atlético de convertir sus duelos en partidazos.