Paro total en la minería leonesa por las muertes de Caboalles

La totalidad de los pozos mineros de León pararon ayer en señal de duelo por la muerte el pasado fin de semana de dos trabajadores de la mina Escondida, de Caboalles de Arriba. En las cuencas mineras del Bierzo, Laciana y La Robla, con más de 7.000 trabajadores, no se registró ningún tipo de actividad productiva. Tan sólo se realizaron tareas de mantenimiento en las explotaciones. El paro continuará hoy en la mina Escondida por decisión del comité de empresa. Este pozo de montaña cuenta con 146 trabajadores en plantilla.El vigilante José Orihuela, de 42 años, y el picador José Manuel Suárez, de 40, fallecieron en la noche del viernes pasado al quedar atrapados por un derrabe de carbón producido por el arrastre del muro entre la cuarta y la quinta planta de la explotación. Las tareas de rescate de los cuerpos fueron muy costosas. El cadáver del primer trabajador se logró extraer del interior de la mina después de nueve horas de intensos trabajos de la brigada de salvamento, mientras que el rescate del segundo se prolongó durante más de 46 horas, ante el temor de nuevos derrumbes.

En la tarde de ayer fue enterrado en el concejo asturiano de Ibias el segundo minero.