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BALONCESTO LIGA ACB

Estudiantes se mantiene firme

Constituido en uno de los centuriones que componen la guardia pretoriana de los intratables líderes que, como no podía ser de otra manera, son Real Madrid y Barcelona, el Estudiantes no se permitió el lujo de pinchar ante el Cáceres y así continuar con su feroz persecución. Necesitó, eso sí, hacer uso de su cameleónica capacidad de cambio para superar la oposición del Cáceres. Es el equipo extremeño un duro rival en cualquier circunstancia, fiel espejo de la filosofia que emana de su técnico, Manuel Flores, que ha hecho un bloque coriáceo y aguerrido, tanto como era su juego en el Barcelona. Ayer, sin embargo, la casta del equipo extremeño no pudo suplir su ausencia de inspiración.El Estudiantes no es un equipo que se achique en una carrera de obstáculos. Es más, muchas veces luce su mejor repertorio cuando más adversas son las condiciones. Y ésas las pintó el Cáceres en el inicio del choque, cumpliendo su objetivo de impedir el juego rápido del bloque madrileño obsesión reconocida en los prolegómenos por su jefe- y mandando desde el salto inicial. Eran los mejores momentos de Jackson, un atlético escolta encargado de anular a Azofra, sempiterno punto de arranque del Estudiantes. Lo consiguió el estadounidense en los primeros minutos y el Cáceres voló 8-13 en el minuto 6, pero José Vicente Hernández, el técnico madrileño, halló la respuesta. Llamó a arrebato a sus jugadores en su primer tiempo muerto y recurrió a un arma que, no por conocida, resultó menos efectiva: Thompson. Todo nació en la defensa. El Estudiantes se aplicó en esa faceta en la que tanto hincapié hace su entrenador. Aunados rigor defensivo, fantasía en el contragolpe y poder demoledor en los triples, el Estudiantes se disparó en el parqué y tradujo la diferencia en el electrónico. El 41-27 del minuto 17 dejaba al Cáceres más que tocado.

No se rindió el cuadro extremeño, pero sus mejores hombres, los estadounidenses Sellers, Ansley y Jackson, no disfrutaron de su tarde más inspirada. Sólo Paraíso parecía metido de lleno en la batalla, pero su lucha fue claramente insuficiente para equilibrar el choque. Y eso que el Estudiantes sufrió una crisis -más de concentración que de juego- en el tramo intermedio de la segunda parte, pero el Cáceres todo lo más que consiguió fue situarse a 10 puntos.

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