El Sevilla sigue 'loco por ganar'
La solidez del Atlético de Madrid impuso un marcador sin goles
"Locos por ganar". Así decía Camacho que estaba el ánimo de la plantilla y así sigue. El Sevilla buscaba la ansiada victoria en un partido excesivamente difícil, frente al bicampeón, y sobre todo, frente a un conjunto muy compacto que no dió una sola oportunidad. El empate supo a poco, aunque la grada se fue satisfecha. Los de Camacho mejoraron su imagen ante uno de los grandes y merecieron mejor suerte, sobre todo en la primera mitad. El Atlético sólo apretó al final.Saldó el Sevilla el primer tiempo con mejor nota que el vigente campeón. Aunque negado para el gol el equipo de Camacho fue capaz de elaborar media do
cena de remates ante Molina que merecieron mejor recompensa. Sin Kiko ni Caminero, el Atlético se había puesto de salida el mono de faena, confiado en alguna falta que le sirviera a Pantic, o en que Esnáider cuajara algún contraaque o le ganara la partida a Ramis en algún pelotazo sobre la frontal del área sevillista.
Pero con el mono de trabajo puesto el Sevilla tiene mejor perfil que el conjunto de Gil, que no por ello desmerece a la hora de jugar con corte defensivo. El once de Camacho estrechó el campo por su lado tanto como Santi mandaba hacer a su línea de cuatro. Con ese esquema, sólo 20 metros para elaborar el juego, Almeyda y Ramis ganaron la partida al eje rojiblanco. Al Atlético le faltaba ayer algo de alma. Pantic no tenía referentes si a su lado -Bejbl y Simeone sólo empujan al equipo para adelanten¡ en la punta del ataque, donde ni Ezquerro y ni Esnáider fueron capaces de inventar lo que le da fama a Kiko.
Con las dos defensas adelantadas, al Sevilla, mejor en la primera parte, le costaba menos jugar en el campo de su rival. Marcos por la izquierda y Paz por la derecha conseguían llevar el balón hasta el lateral del área, donde generalmente morían todos los intentos. El Atlético contaba ayer con otra baja que mermó su capacidad ofensiva. La baja de Toni obligó a Antic a situar como lateral a Solozabal, que cumplió atrás, pero restó salida al once rojiblanco. Además, en el otro lado, Aguilera no fue el de Lodz (Polonia). Nunca fue capaz de salirse de la marca de Aranalde y aportó poco a la pareja de ataque, muy desasistida.
Sólo en dos ocasiones peligró la meta andaluza durante la primera mitad. En la primera, la mejor salida de los rojiblancos -Aguilera-Pantic-Ezquerrose perdió en el último pase. La segunda, una colada de Esnáider tapada con rapidez por Ramis, permitió al argentino un disparo cruzado que Monchi desvió a córner. La carta que Antic tenía en el banco era el convaleciente Caminero y el técnico no dudó en utilizarla tras el descanso. Camacho respondió con Jiménez y dejó a Martagón en la caseta. Pero no fue suficiente. El partido seguía equilibrado y ninguno era capaz de imponerse. Eso sí, el Atlético mejoró en sus salidas, y tuvo más llegada.
El Sevilla siguió buscando su primera victoria en terreno propio. El estado de ánimo del once de Camacho no se hundió en ningún momento. Aún cabía la esperanza para la parroquia andaluza, más necesitada. También para la colchonera. El partido no acababa de romperse, el juego se enrarecía por momentos -Antic tuvo que evitar con la sustitución la expulsión que Esnáider se buscaba solo-, y el primero que, marcara tenía todas las papeletas para llevarse los tres puntos. Además, aunque el juego del Atlético había adquirido más consistencia y peligro, tampoco se imponía. Sólo Simeone en un cabezazo que Monchi desvió a córner y dos centros interceptados contra su meta por los defensas sevillistas quedaron registrados en las estadísticas
Para el tramo final del partido Camacho recurrió a Onésimo y Carlos, regate y velocidad en la pareja. Y fue cuando más llegó el Atlético. 10 minutos en los que Caminero y Vizcaíno, más envenenado su disparo, y Juan Carlos -Monchi con los puños- pudieron desnivelar. Pero el empate se hizo valer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.