El Leganés echa el cerrojo
El equipo madrileño saca partido ante Osasuna de una táctica defénsiva
No pudo Osasuna con la coraza defensiva del Leganés. Tampoco es que el equipo pamplonica agobiara a los madrileños, pero sin duda fue el conjunto que más dominó y el que más ocasiones de gol tuvo. Le faltaron recursos a Osasuna para abrir la cerrada defensa del Leganés. Fue el típico partido que resuelve un crack, alguien capaz de sacar un gol de la nada, un jugador que no estuvo en Pamplona en la tarde de ayer.Osasuna y Leganés empataron sin goles en El Sádar en un encuentro de poca calidad, escasas ocasiones y dominio osasunista en la segunda parte con el equipo madrileño cerrado en su medio campo. Los navarros comenzaron el partido con una fuerte y efectiva presión en el centro del campo, pero rápidamente los hombres de Luis Sánchez Duque la neutralizaron y empezaron a tocar el balón poniendo en evidencia la situación en el terreno de juego de los jugadores osasunistas.
El encuentro fue poco vistoso y con escasas jugadas dé peligro para ambos porteros, si bien los dos equipos gozaron de una ocasión en la primera parte para desnivelar el marcador. En el minuto 33, Simons no acertó a marcar con un cabezazo ligeramente desviado tras un centro del interior zurdo Fredi, mientras que el ex osasunista Moisés, un minuto después, desperdició la mejor oportunidad para el Leganés al fallar dentro del área pequeña un centro de Vidal desde la banda izquierda. En la reanudación, los de Rafael Benítez salieron con la intención de resolver el partido por la vía rápida, pero el dominio y el acoso sobre el conjunto madrileño no se tradujeron en goles, a pesar de las claras ocasiones de Caneda, Simons y, sobre todo, del rumano Gane, que falló solo ante el portero Jesús Unanua. La estadística ofensiva del Leganés en la segunda parte fue nula. No disparó a la puerta contraria ni una sola vez. Se replegó en su parcela y dio por bueno el empate, que le permite obtener el primer punto a domicilio. El lado aún más amargo para Osasuna fue el incidente producido al final del encuentro entre Pizo Gómez, que rescindió recientemente su contrato con el club, y dos directivos, á los que presuntanmente insultó. Aunque fue retenido por las fuerzas de seguridad, quedó después en libertad.
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