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FÚTBOL CUARTA JORNADA DE LIGA

Volvió a reinar el olfato de Ronaldo

El Barcelona sufrió un partido complicado

Ramon Besa

El Barça electrocutó a la Real. Descargó el grupo de Robson sobre el fornido espinazo del colectivo de Irureta la excitación que ha ha ido acumulando día a día en una semana preñada de mala leche. Que si Ronaldo gandulea en la cancha, que si Nadal preferiría irse al Manchester United, que si Núñez derrotó a Cruyff en la primera de las visitas al juzgado, que si el césped enganchará de una vez, a pesar del riesgo de lluvia anunciado desde la Nasa, el último de los oráculos al que ha acudido el Barça para arreglar esa maldito asunto con la hierba. Había mucha carga ambiental para un equipo tan bueno como tierno. El plantel, sin embargo, asumió la tensión generada por el entorno para descargarla en un choque muy intenso que aventura una resaca más llevadera que la de Santander. Le bastó al Barça el olfato goleador de Ronaldo y Pizzi y la vista de Iván de la Peña en el tramo final para zanjar un choque que tuvo los mismos tics que los tres anteriores. No hay partido que se escape de ese va y viene barcelonista que comienza con el encuentro de cara, prosigue de culo y acaba en jarana.

Quería responder el Barça a la condición de favorito desde la arrancada y parecía preparada la Real para aguantar media hora sin salir de su butaca. Y el partido siguió desde el inicio el guión previsto. La salida barcelonista resultó tan tremenda que Ronaldo celebró su 20 cumpleaños marcando en el primer minuto. Fue un inicio a pedir de boca para los azulgrana: el marcador se movió en el primer remate y el césped ni se inmutó. Un marco idílico para disfrutar de una tarde plácida, un partido sin sobresaltos, una jornada sin reloj.

La llegada puntual del otoño, sin embargo, dejó una huella imborrable en el estadio. Una cortina de viento y agua barrió el Camp Nou. El agua afloró por encima del césped, se fue la luz y el juego se oscureció. El Barça jugó a ciegas.

El colectivo blanquiazul agradeció el cambio de paisaje nada más comenzar el segundo tiempo. Un terreno de juego resbaladizo y un adversario parado por el peso del agua. Los azulgrana fueron reculando hasta dar con sus huesos en la meta de Baía. Los rayos y truenos acobardaron al Barça. Un gol de "churro" de Albistegui ratificó la jerarquía forastera sobre la cancha y el choqué quedó otra vez muy abierto.

Tiene demasiados recursos el Barça como para dar por acabado un partido a falta de media hora. El más solvente es Pizzi. Es la fórmula mágica de Robson. Cuando el partido se enreda, el técnico saca al hispano argentino y desatasca al equipo. Lee como nadie los movimientos de Ronaldo. El ariete brasileño se llevó a los dos centrales de la Real en una cabalgada de Sergi y habilitó a Pizzi para que firmara el gol de triunfo. Igual que en el derby.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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