Alemania y Francia exigen el cumplimiento de Maastricht "sin peros ni condiciones"
"Tenemos un mensaje importante. Francia y Alemania, Chirac y Kohl, están totalmente de acuerdo en que los criterios de convergencia deben ser cumplidos sin peros y sin condiciones". Hombro con hombro y alardeando de que el grado de sintonía que han alcanzado, el presidente francés Jacques Chirac y el canciller alemán Helmut: Kohl reiteraron ayer noche, en un encuentro de trabajo en el bungaló de la residencia oficial del jefe de gobierno germano, que los plazos y las condiciones para el acceso a la moneda única no admiten retrasos o interpretaciones.
En una breve comparecencia ante la prensa, en un descanso, Kohl y Chirac aseguraron que la reiteración del debate sobre aplazamientos no conduce a ninguna parte. "A finales de 1997 conoceremos los datos y en abril de 1998 los jefes de Estado y de gobierno tomarán las decisiones oportunas", aseguró Kohl, para quien hablar ahora de ampliar los plazos sólo llevaría a que los países redujesen los esfuerzos.La situación económica en Francia y Alemania de cara a la toma de la decisión sobre los países que pasarán a formar parte del círculo de la moneda única dominó el encuentro entre Kohl y Chirac, quienes, después de la cena, se proponían hablar de la situación en la antigua Yugoslavia y de la reciente crisis provocada por los movimientos de tropas iraquíes al norte del paralelo 36. Los dos líderes también analizaron la situación de los agricultores y ganaderos de sus respectivos países, como consecuencia de la disminución de la venta de carne de vacuno a raíz de la polémica sobre el síndrome de las vacas locas.
En tiempo y plazos
Francia y Alemania están convencidas de que formarán parte del grupo de los elegidos inicialmente para introducir el euro; según Chirac, cumplirán los criterios de Maastricht en la forma y en los plazos previstos. Chirac considera que las exigencias de Maastricht deben mnantenerse "no por razones ideológicas, sino porque son razonables y necesarios para ir por el buen camino".
Bonn y París han llegado al profundo convencimiento de que es necesario hacer los deberes. Los alemanes fueron resumidos por el canciller Kohl en los puntos de su plan de ahorro, que será aprobado definitivamente por el Bundestag el próximo día 13. Los del Gobierno francés serán dados a conocer con los presupuestos de 1997, en septiembre, según el presidente Chirac.
Jacques Chirac también aprovechó su visita a Bonn para lanzar un aviso, con destino a los países que no entren en la primera fase de la moneda única. "Habrá países en los que no se utilice el euro y mientras se recorre el camino hasta su incorporación sería inaceptable que recurran a las devaluaciones para ganar en competitividad". En su opinión, las devaluaciones dañarían la estabilidad. Para evitar problemas, asaeguró que "es importante que haya un entendimiento perfecto entre todos".
Chirac considera infundadas las presiones sobre el franco en los mercados. "Algunos que se llaman expertos las han provocado asegurando que la situación del paro iba a empeorar, pero los datos han demostrado otra cosa". El desempleo es una de las principales preocupaciones para Francia y Alemania y Kohl y Chirac se proponen actuar coordinadamente con una "visión presupuestaria común". La colaboración se extenderá a los problemas agrícolas. Para solucionarlos, esperan presentar una serie de propuestas conjuntas al próximo Consejo de Ministros de Agricultura de la UE.
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