"No nos obsesiona la audiencia. Queremos un liderazgo de calidad"

Tiene 41 años y ha nacido en Madrid. El nuevo responsable de Televisión Española, Jorge Sánchez Gallo, trabaja codo con codo con la directora general del Ente Público, Mónica Ridruejo, y sus biografías no pueden ser más dispares. Ella -según sus propias palabras-, "con cuatro años hacía ballet, con seis navegaba en optimist, con ocho era atleta, con once esquiaba y con doce montaba a caballo"; él se buscó la vida como pudo.. Sólo tuvieron algo en común durante un tiempo: ambos recibieron una buena educación multilingüe en colegios suizos.Pregunta. Esa única coincidencia se produjo por motivos muy diferentes, ¿no?

Respuesta. Yo estudié en Suiza porque mis padres tuvieron que emigrar en busca de trabajo y fui con ellos, claro.

P. Ya en España, entró a trabajar en TVE desde abajo.

R. Si, fui el chico del botijo.

P. Y llegó a jefe de coproducciones internacionales, productor ejecutivo y, tras pasar por Telemadrid y Antena 3, a director. ¿Es el típico luchador hecho a sí mismo?.

R. No, no. Yo creo más en el rigor, el trabajo, el equipo, el sentido común.

P. ¿Por qué dejó Antena 3, precisamente cuando acertó al apostar por Farmacia de guardia?

R. Simplemente porque culmine una etapa profesional.

P. Algún contrincante debió de dejar allí. Nada más marcharse corrió la voz de que usted nadaba en la abundancia, con chalet fastuoso" cuatro chachas filipinas y Jaguar en la puerta.

R. Ante comentarios tan malintencionados, que ya sé que corrieron, no tengo nada que decir. Desgraciadamente en este mundillo nuestro es lo natural.

P. ¿Pero dispone de verdad de semejante poderío?

R. Qué va. Vaya colección de tonterías. De cuatro chachas filipinas, nada de nada; y tengo un Jaguar de segunda mano, que me costó dos millones y medio de pesetas, porque quiero tenerlo, y eso es mi vida privada, que no le importa a nadie. Detesto comentar esas calumnias.

P. ¿Qué herencia ha recibido en TVE del equipo anterior?

R. Cosas muy buenas y otras menos. Nosotros, sobre todo, queremos cambiar tendencias y reforzar nuestra capacidad de liderazgo. Somos un grupo audiovisual imprescindible en el contexto internacional. No somos sólo La Primera y La 2, sino ocho canales.

P. Usted ha programado documentales de naturaleza en horario de máxima audiencia, algo insólito en España.

R. Es que nuestro proyecto va en esa dirección. Tenemos que mantener un equilibrio para no sorprender bruscamente al espectador con hábitos adquiridos. Pero vamos a cambiar conceptos y a eliminar poco a poco algunos programas. Con los documentales hemos querido pulsar la opinión de los espectadores, y los resultados han sido muy buenos. Eso nos anima a seguir ese camino.

P. La parrilla de septiembre viene sin cambios. ¿Es, porque les gusta la programación que diseñaron los socialistas o porque no tienen un duro?

R. No. La televisión no tiene un punto cero. Había programas contratados, y vamos a rentabilizarlos. Nos ocuparán la parrilla hasta final de año.

P. ¿Y después?

R. Liderazgo y calidad.

P. ¿Eso es compatible tal y como está hoy día el prime time?

R. Sí. Ahí está lo que ha pasado con los documentales de naturaleza. O lo que hizo el equipo anterior con La Regenta.

P. ¿De verdad cree que un documental va a poder con La parodia nacional, El semáforo, Sorpresa, sorpresa, el Mississippi o programas de ese tirón?

R. No vamos a medir obsesivamente el minutado de audiencia. Queremos un liderazgo de calidad. Por ejemplo, nosotros somos líderes en deporte. Pero entendiendo que no es sólo fútbol, aunque la selección española seguirá siendo nuestra. Pero también existen los paralímpicos, y eso es lo que se espera de una televisión pública.

P. ¿Ese modelo de televisión pública es compatible con programas muy populares, incluso telebasura?

R. Precisamente estamos buscando el punto de equilibrio.

P. ¿Como ahora, lo más popular en La Primera y lo de mayor calidad en La 2?

R. No, en la misma cadena.

P. Pueden perder el liderazgo.

R. No. El liderazgo será nuestro, pero con un concepto amplio de la palabra. Es posible que perdamos audiencia en TVE-1 y subamos en La 2. Es un envite en el que estamos empezando a trabajar ahora, y los cambios se notarán poco a poco. Sin perder audiencia, no emitiremos nada parecido a la telebasura.

P. ¿La cuadratura del círculo?

R. Ya sé que es un envite, pero nuestras armas serán: más informativos, mucha más producción propia, investigación y deporte. Acabamos de crear un departamento exclusivo de investigación. Ésa es nuestra filosofía.

P. ¿Reducirá el déficit?

R. El décifit no sólo lo arrastramos nosotros. Afecta a todo el panorama audiovisual español, porque hay una sobredimensión de costes. Eso nos tiene que obligar a buscar fórmulas de convivencia a todos, a compartir la aventura tecnológica, participando en la producción. Deberíamos sentarnos para hablar de cómo vamos a afrontar el futuro -ya el presente- del mundo audiovisual. Y no quiero pensar en las consecuencias si no logramos formar una plataforma común.

P. Como espectador, en su casa, ¿qué programas ve?

R. Soy un enamorado de los documentales. Siento que suene a tópico, pero es la verdad. Pero, cuidado, mis gustos no tengo por qué imponérselos a la audiencia. Sería un grave error si lo hiciera.