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El Sevilla paga 1. 160 millones por Almeyda, fichaje récord del fútbol argentino

En la madrugada de ayer todavía continúan los abrazos, las lágrimas y los festejos de los directivos. El River no le había ganado el derby al Boca, sencillamente había traspasado a Matías Almeyda, uno de los dos o tres buenos jugadores del equipo, por 9.360.000 dólares (unos 1. 160 millones de pesetas) al Sevilla. El monto se convertía en récord para el fútbol argentino. La disputa final entre el Real Madrid y el Sevilla por el jugador elevó su cotización hasta superar a la del propio Maradona, que había sido vendido en 1982 al Barcelona en 8.200.000 dólares.

El traspaso de Almeyda hizo olvidar los conflictos, las amenazas y los rumores de renuncias en masa porque el presidente del River había decidido hace tres semanas vender al jugador uruguayo Néstor Cedrés directamente al Boca, su clásico rival. Ayer, Mario Israel, uno de los directivos de la agrupación que gobierna el club, reconocía que era más de lo que podía esperar. "Imagínense lo que significa esto para nosotros. Hace sólo cuatro meses, cuando lo pidió el Barcelona, casi lo vendemos en 2.800.000 dólares y hoy el club recibe ocho millones de dólares, libres de comisiones y porcentajes. La verdad es que no lo podíamos creer. Hay que agradecerle al Real Madrid, que ayudó a elevar la cotización. En cuanto se cerró la operación lo primero que pensamos, después de festejar, fue encontrar un gran campo para desarrollar aún más nuestras divisiones inferiores. No debemos olvidar que Almeyda salió de alli".El futuro polideportivo del River debería llamarse "Almeyda, Sevilla o Crespo", porque hace un mes el River vendió también a su goleador Hernán Crespo, de 21 años, en cuatro millones de dólares al Parma de Italia. La comparación entre las cifras de ambos traspasos, el de un goleador como Crespo y un centrocampista como Almeyda, hace aún más descabellada la cifra que pagó el Sevilla: ocho millones de dólares para el River, 1.200.000 para el jugador y otros 160.000 a la Asociación del Fútbol Argentino. Si los representantes del club español hubieran hecho una rápida encuesta entre aficionados argentinos antes de hacer ninguna oferta para saber cuánto debía pagarse por un jugador como Almeyda, seguro que no llegaban a tanto. Matías Almeyda es, sin duda, un buen jugador en el conjunto de sus condiciones, aunque no se destaque especialmente por una de ellas.Es hábil para el regate, pero no luce como Redondo. Tiene fuerza, moral y coraje para sobrellevar a su equipo en los momentos malos de un partido. Va y viene de campo a campo y hasta llega a participar en jugadas que acaban en gol, sin ser un centrocampista ofensivo y goleador. Quita y recupera balones, juega y hace jugar, pero todavía le falta experiencia internacional y acumular partidos para llegar a ser un Simeone. Ayer, Almeyda no podía creer lo que se había pagado por su traspaso: "Todo fue muy rápido desde que mi padre me trajo al club y debuté luego en la Primera División del River. Hace poco más de un año todavía estaba en discusión si debía ser titular o no en el equipo. Y entre el miércoles y el jueves, cuando tenía todo arreglado con el Sevilla y apareció la oferta del Real Madrid, por momentos me puse muy nervioso. Trataba de pensar sólo en la selección, en el partido del domingo frente a Paraguay, pero era muy díficil. Es un cambio muy importante, es mucho dinero y también mucha responsabilidad para mí". Almeyda no vale más que Maradona o Batistuta, otro goleador que fue vendido por el Boca a la Fiorentina de Italia en 4.500.000 dólares. Pero de estas cosas hace diez años, cinco años, cuando todavía el fútbol no había entrado definitivamente en el ritmo de vértigo de la televisión y todo se convertía en un vídeo musical.

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