MAL DEL PEREGRINO
Los peligros que acechan a los seguidores de la ruta jacobea son de andar por casa, o, mejor dicho, por los caminos de Dios. Más del 50 % de los caminantes sufren en alguno de los tramos lesiones en tobillos, rodillas, muñecas y pies. Así lo dice un estudio realizado por un grupo de médicos del centro de salud de Sahagún (León) entre 500 peregrinos. Según Demetrio Ruano, uno de los firmantes del informe, las lesiones articulares y cutáneas se evitarían si desde el principio los peregrinos llevasen ropa y calzado apropiado. Una mínima preparación física y la planificación de los descansos haría el resto. Ni qué decir tiene que los que prefieran caminar a pie descalzo, por promesa o gusto por el masoquismo, deben antes endurecerse convenientemente los pinreles.-
