Samaranch: "Hasta el último día no estaremos tranquilos"

El Comité Olímpico Internacional encara con moderado optimismo la última semana de los Juegos tras una primera llena de problemas y culminada con el atentado terrorista. "Se han tomado todas las medidas y esperemos que den resultado", comentó Juan Antonio Samaranch con preocupación, pero esperanzado. El presidente del COI mantiene la calma habitual de las ocasiones difíciles y quiere tener confianza en que las cosas no vayan a mayores. "Podía haber sido peor", señaló. "Pero hasta el último día, como digo siempre, no estaremos tranquilos".

El presidente del COI agradeció la buena disposición (ahora) del comité organizador de los Juegos (ACOG) a sus peticiones para que no se: colapsaran los accesos a las competiciones a causa de un excesivo celo en las medidas de seguridad. También se refirió a los voluntarios, cuya disposición ha sido fundamental en la respuesta general dada tras la bomba. "Ahora que el FBI ha tomado cartas totales en el asunto yo creo que todo irá bien", dijo Samaranch, que se sigue quejando amargamente de la descoordinación anterior.

La jornada del día después transcurrió relativamente tranquila, pese a las alarmas de nuevos artefactos. Para el COI, las competiciones se desarrollaron con normalidad y se cumplieron también los deseos de Samaranch de que actos así no iban a amedrentar al olimpismo. "Hemos resistido situaciones muy graves en el pasado y estamos preparados para seguir resistiendo".

Varios de los integrantes de la comisión de coordinación de los Juegos (el cerebro que vigila su desarrollo junto al ACOG, fórmado por el comité ejecutivo del COI, sus directores generales y representantes de los Comités, Olímpicos Nacionales y de las Federaciones Internacionales) fueron unánimes al elogiar el temple de Samaranch desde el momento del atentado. Era con diferencia el más calmado y con una idea muy clara de lo que había que hacer. Sobre todo, que los Juegos Olímpicos debían seguir para dar sensación de fuerza. Y de momento siguen.