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FIESTAS DE SANTIAGO

Manjirón felicita el 105º cumpleaños de una vecina

Brígida Alonso Martín cumplió ayer 105 años y casi todas las mañanas obliga a su nieta Raquel a repeinar 20 veces su moño porque dice que se lo pone como a una vieja y no le gusta. Ayer, todo su pueblo, Manjirón (135 habitantes), en plenas fiestas patronales de Santiago, le dedicó un emotivo homenaje en el Ayuntamiento regalándole una tarta de cumpleaños y cantando el Cumpleaños feliz.Esta mujer, que conserva casi intactas sus facultades -"sólo me he quedado un poco sorda", reconoce-, no ha ido al médico más que de visita, y es tan "mandona" como el primer día, aseguran sus familiares. ¿El secreto?: "No hacer tonterías ni guarrerías ni insultar a nadie... ser buena persona", dice con desparpajo.

Brígida ha pasado mucho desde aquel 25 de julio de 1891 en que vino al mundo en el pueblo vecino de Garganta de los Montes. Trabajó en el campo y luego en la tienda que montaron sus padres en el pueblo. Recuerda que durante la guerra civil se llevaba bien con los milicianos porque se hizo respetar. Tuvo un hijo, ya fallecido -"si Dios mandó a un hijo bueno a este mundo, ése era el mío"-, y hoy disfruta en casa de su nuera de las alegrías de cuatro nietos y nueve biznietos.

Se levanta a las once y, como buena moza coqueta, dedica un buen rato a su aseo personal. Después de tomarse un buen tazón de café con leche con sopas, se pone a leer o a tomar el fresco en el mirador de su habitación. A la hora de comer se traga todos los telediarios posibles. Lo que no traga tan bien es la comida. "Es que siempre he sido muy melindres para comer. Le doy muchas vueltas, y soy un poco especial". Su familia dice que come de todo y que ha sido muy buena cocinera: "Hacía unas tortillas para chuparse los dedos". Le encantan los toros y enterarse de cómo van los biznietos en la escuela: se pone con ellos a hacer los deberes, y si alguno hace una letra torcida le obliga a corregirla. Cena a las diez y media y si la mandan a la cama antes de las doce protesta como una jabata.

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