TÉ ELÉCTRICO
El anecdotario de las fiestas veraniegas celebradas por la reina Isabel II de Inglaterra en el palacio Buckingham cuenta desde el pasado martes con un nuevo capítulo intenso y ruidoso. Cerca de 8.000 personas tomaban el té en los jardines más selectos del país cuando un rayo cayó a pocos metros de la carpa real. La soberana, su esposo -el duque Felipe de Edimburgo- y el príncipe de Gales se habían guarecido allí de la lluvia cuando irrumpió la chispa eléctrica. Una invitada, de 45 años, perdió el conocimiento y le tuvo que ser practicada la respiración artificial sobre la hierba. "Cuando vi que la necesitaba, empecé a preocuparme", dijo luego uno de los huéspedes al ágape palaciego. Otra dama sufrió también quemaduras en la cintura y el abdomen. Ambas permanecían ayer fuera de peligro, en el hospital londinense de St. Thomas. Sus nombres no han trascendido, pero la reina ha prometido invirtarles de nuevo el próximo año. Así podrán apurar unas tazas de té que acabaron hechas trizas en el suelo.- ISABEL FERRER
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