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Reportaje:

"La guerra con EE UU ha comenzado"

El terrorista Bin Ladén amenaza a Washington, París y Londres si no refiran sus tropas de Arabia Saudí

Osama Bin Laden, el opositor más feroz del régimen saudí y de la presencia norteamericana en el Golfo, ha vuelto a Afganistán con sus guerreros del Muyahidin Jalk. En una zona remota y montañosa de la provincia de Nangarhar, Bin Laden advierte que la muerte de 24 soldados norteamericanos en, las ciudades saudíes de Riad y Jobar es "el comienzo de una guerra en tre los musulmanes y Estados Unidos". El saudí, de 36 años, considerado por los Gobiernos occidentales como el más, peligroso enemigo de la monarquía saudí, advierte a Francia y al Reino Unido que retiren sus tropas de Ara bia Saudí, y deja caer la amenaza de que los norteamericanos podrían correr la misma suerte si se quedan.Aunque no asume ninguna responsabilidad por las bombas que han hecho temblar a los Estados petroleros de la península arábiga, Bin Laden insiste en que la matanza de 19 norteamericanos en Jobar, hace poco más de dos semanas, demostró el grado de odio que existe hacia EE UU en Arabia Saudí. "Hace poco que aconsejé a los norteamericanos que retiraran sus tropas de Arabia Saudí", mantiene. "Ahora aconsejamos a los Gobiernos del Reino Unido y Francia que retiren las suyas, porque lo que pasó en Riad y en Jobar demostró que la gente que hizo aquello entiende muy bien sus objetivos. Le dieron a su mayor enemigo: Estados Unidos. No mataron a enemigos secundarios ni a sus hermanos en la policía y el Ejército de Arabia Saudí". Y concluye: "No hago más que aconsejar al Gobierno del Reino Unido".

Bin Laden, cuya familia millonaria se ha mantenido fiel al rey Fahd, ha sido acusado por Gobiernos occidentales y árabes de ser "el financiero de una organización islámica internacional" que entrena a guerrilleros para luchar contra los Gobiernos de Argelia y Egipto, además de contra el de Arabia Saudí. En la provincia de Nangarhar, Bin Laden expresa su desdén, hacia la monarquía saudí por su fracaso en respetar la ley islámica de la sharia. Añade que los "males" de Oriente Próximo tienen su origen en la intención norteamericana de hacerse con la región y en el apoyo israelí.

En traje saudí, y sentado junto a sus dos hijos adolescentes, Omar y Saad, Bin Laden afirma que llegó a Afganistán desde Sudán el pasado 18 de mayo, junto con sus guerrilleros, después de que los saudíes y los norteamericanos presionaran al Gobierno militar de Jartum para expulsarle. Mantiene que continuará una campaña desde Afganistán para establecer un "verdaderos Estado islámico en Arabia Saudí que, según él, se ha convertido en una "colonia americana". A la pregunta de si le estaba declarando la guerra a Occidente, responde:"No es una declaración de guerra, es una descripción de la situación. Esto no quiere decir que se declare la guerra a Occidente y su gente, sino al régimen norteamericano que está en contra de todos los musulmanes''.

Mientras habla, egipcios, saudíes, argelinos y afganos armados patrullan los campos nocturnos de alrededor. Bin Laden interrumpe su discurso para rezar, junto a sus árabes, sobre una alfombra de paja colocada sobre el campo. Cada pocos minutos se oyen tiros desde las montañas del este.

El regreso de Bin Laden a Afganistán tras cinco años y medio en Sudán marca una nueva etapa en la campaña de la Organización, de la Advertencia y la Reforma, cuyo ulema juega un papel importante, en pedir un Estado realmente islámico en el reino wahabí. "La explosión de Jobar", concluye, "no fue una reacción directa a la ocupación americana, sino una respuesta al comportamiento de EE UU contra los musulmanes, en su apoyo a los judíos de Palestina y de las masacres de los musulmanes en Palestina y Líbano y de la conferencia antiterrorista celebrada en Sharin el Sheij (Egipto)".

Osama Bin Laden se ve a sí mismo como el mayor enemigo del régimen saudí y de la presencia norteamericana en el Golfo. Probablemente, saudíes y americanos no se equivocan si le consideran como tal.

The Independent /EL PAÍS.

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