El Mapei gana por la mano

El Mapei despejó dudas. Uno de los sueños de Tony Rominger se cumplió ayer; una de las realidades de Olano se repitió. Los dos líderes del Mapei se pueden considerar en justicia los verdaderos triunfadores de la jornada. El suizo ve por primera vez en sus muchas batallas con Induráin al navarro por detrás en la clasificación después de un primer día duro; Olano confirmó que sus aspiraciones no entran en contradicción con las de Rominger y revivió una situación ya conocida: no ser líder por menos de un segundo. Le pasó en el Giro con Tonkov y le pasó ayer con otro ruso, con Berzin. Sin embargo, ni ellos ni sus directores abandonan la cautela que les hace decir desde el primer día: "Exageran quienes dicen que estamos que nos salimos".Y los dos añaden pequeños lamentos. "Ha sido más por deméritos de los rivales que por méritos propios", dijo Rominger. "Ha sido un golpe de gracia, pero sólo por un día. No hay que exagerar nada: todo ha sido una pájara de Induráin".Tony Rominger, por ejemplo, se quedó con las ganas de vestirse de amarillo, más que nada por una cuestión simbólica. "El del Tour es el único maillot de una gran vuelta que no he vestido", dijo. Y continuó relativizando y quitando significados a la tremenda jornada. Empezó por su caída bajando el Cormet de Roselend. "Intenté frenar, pero la bici no respondía. Acabé cayéndome encima del manillar y con un golpe en el estómago". Luego, le llegó el turno a la interpretación de la jornada. "El día ha sido positivo, eso no se puede negar, ha sido un triunfo, pero no estrepitoso. Éramos el equipo más fuerte y no hemos conseguido ni ganar la etapa ni el maillot de líder".

Donde abandonó el suizo los sí pero fue al referirse a su amigo, compañero y alumno Abraham Olano. "Abraham ha estado perfecto", afirmó. "Primero cuando se quedó a esperarme en la caída y luego en los últimos kilómetros. Cuando empezó a desfallecer Induráin, yo fui el primero en tirar para adelante, pero luego me relevó muy bien Abraham".

Abraham Olano no es líder del Tour porque en la clasificación por puntos se encuentra por detrás de Berzin. Se quedó, así, a cero segundos de una marca histórica: conseguir el maillot de líder en tres grandes vueltas consecutivas. Lo logró en la Vuelta, en el Giro -después de sufrir un día sin rosa por culpa de cuatro décimas- y lo puede conseguir en el Tour aún. Hagan caso a Berzin, el que le ha birlado el maillot amarillo después de pasarse todo el día escondido a rueda de los favoritos. "Esa posición me ha permitido darme cuenta de que Rominger y Olano están muy bien. Ellos, junto a Riis y Ugrumov son los máximos favoritos. Y no nos olvidemos de Induráin".

Olano aprende tan deprisa que pocas experiencias le suenan ya a nuevas. "Ya estoy acostumbrado a eso de no ser líder por nada", dijo el campeón del mundo, quien mantuvo que simplemente trabaja para Rominger. "Lo he hecho esta etapa y todo nos ha salido bastante bien". Olano prefiere relativizar. "Esto no ha hecho más que empezar", señaló. "Induráin sólo ha sufrido una crisis pasajera. Dará qué hablar".