Ciao, Cipollini
Cipollini se fue con el rabo entre piernas. Dio la nota en una etapa llana, proclive al destello fugaz. Y abandona ahora con disculpas poco creíbles. Que si molestias fÍsicas, que si los juegos de Atlanta. La verdad es que huyó cuando el Tour empieza a oler a cabra, a sacrificio, a alta montaña. El llano es el Tour de los críos y de los potros juguetones. Los sprinter son un club de chiflados, fanáticos del vídeo clip y la música mix. Pero ahora llega el tiempo de las tomas largas, del viaje remoto, de los garañones. Del territorio de la inocencia, al de la supervivencia. Llega el tiempo cruel de Darwin y la selección de las especies. Y Cipollini se larga con los juguetes rotos.-
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